El regulador británico anuncia una investigación sobre la compra de Activision por parte de Microsoft

El regulador británico –Autoridad de Competencia y Mercados (CMA, de sus siglas inglesas)– ha anunciado una investigación de la compra de Activision por parte de Microsoft alegando que podría menoscabar la competitividad de la industria del videojuego. Se trata de la mayor operación de la historia en cuanto a volumen económico del gigante de Redmond -68.700 millones de dólares-, anunciada el pasado mes de enero. La operación de la empresa propietaria de títulos como Candy Crush y Call of Duty, entre otros, ya encerró dudas sobre las intenciones del director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, con el horizonte en la ‘carrera armamentística’ por el metaverso en la que han entrado los principales jugadores tecnológicos. El propio líder declaró que “los videojuegos jugarán un papel clave en el desarrollo de este universo”.

No obstante, la adquisición también le otorga ganar posiciones en el mismo sector gamer. Y, ahora, el conglomerado antimonopolio del Reino Unido argumenta que la transacción puede dañar a otros fabricantes de videoconsolas y organizaciones de servicios de suscripción en la nube si Microsoft se niega a dar acceso a los competidores. “Nos preocupa que pueda usar su control sobre estos juegos populares para dañar a sus rivales, incluido a empresas en crecimiento y futuras por surgir”, ha dicho la CMA.

Algo que, según publica Reuters, fue ya desmentido por Brad Smith, presidente de la corporación, cuando aseguró que su objetivo era universalizar el acceso a los juegos.

El analista principal de IDG Research, Fernando Maldonado, ya adelantó a ComputerWorld las probabilidades de que el regulador revisase el caso con minuciosidad: “No se puede dar por concluida hasta que no haya luz verde por parte de las autoridades, el legislador va a explorar con intensidad a los gigantes tecnológicos para que no dominen nuevos mercados”.