España debe acelerar la Administración digital a pesar de la complejidad de los desafíos
En este viaje de la lenta burocracia a la modernización, España tiene una posición privilegiada, pero encuentra numerosos retos como la sostenibilidad de los sistemas a largo plazo o la falta de talento.
La consecución de una Administración digital eficiente, accesible y centrada en las personas es vital para tener una sociedad más justa e igualitaria. De hecho, hasta el 33% de los altos cargos del sector público reconocen que la experiencia digital sin fricciones para el ciudadano es una prioridad estratégica de primer orden, según datos de la consultora IDC. En este viaje de la lenta burocracia a la modernización, España tiene una posición privilegiada, superior a la media de la Unión Europea (UE) en prácticamente todos los indicadores excepto en el uso del DNI electrónico a través de las fronteras. Pero no debe dormirse, porque el camino es complejo y está lleno de desafíos, quizás los mismos de otros años y que no acaban de superarse, tal y como se pone de relieve en este especial de contenidos que da voz a numerosos expertos y directivos especializados en la industria.
El primero, quizás, es encontrar una estrategia ad hoc para que cada organismo sepa encauzar el goteo de fondos procedentes de Europa. Este dinero ha conseguido dotar de posibilidades a estas entidades, pero incluye de forma implícita la obligación de sostener los planes en los próximos años; en un futuro cercano que carece de talento TIC, difícil de encontrar –otro reto–. Más para un sector público que compite en un mercado global al que en muchas ocasiones no puede dar el nivel, ni en salarios ni en atractivo.
Además, los proyectos son complejos y, cuando confluyen, forman un auténtico tsunami, dice Angelines Turón, subdirectora general TIC del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en esta entrevista. Pero hay que afrontarlos y dar el ‘do de pecho’ para no acabar convirtiendo una oportunidad histórica –tal y como pedía este medio en 2023– en un fracaso o en un quiero y no puedo. Para ello, es vital que la Administración aumente su velocidad y coja el tren de las últimas tecnologías punteras, como lo es la inteligencia artificial (IA) y todo lo que tiene que ver con lo generativo.
