Cádiz, epicentro de Capgemini para la transformación digital del sector industrial

De Málaga –donde cuenta con un importante foco cloud y de ciberseguridad– a Cádiz, Capgemini continúa poniendo picas en España para acelerar los procesos de transformación digital. En este caso, y en la denominada ‘Tacita de plata’, la consultora ha instalado un Laboratorio de Industria Inteligente que ya está alumbrando casos de uso como un brazo robotizado que funciona a distancia mediante realidad virtual, un control de calidad por inspección visual en el que la inteligencia artificial (IA) entra en juego, o un gemelo digital para optimizar operaciones, entre otros.

Laurent Perea, director general de Capgemini Engineering en España, atiende la llamada de ComputerWorld para dar cuenta de los pormenores de un centro que ya cuenta con 250 profesionales -70 de ellos en el laboratorio- y que presta servicio tanto a clientes locales como internacionales. “Nos encontramos en un espacio pionero que se enmarca en la colaboración entre la automatización física, la IA y el ser humano, en un entorno muy intuitivo”, resume. Además, cuenta, su inauguración permite a la compañía hacer de modo interno las pruebas de concepto –que antes se hacían en las instalaciones de los potenciales usuarios finales-, “en una arquitectura física y digital propia”, acelerar los procesos y, por último, exportar los servicios al sector.

“La industria inteligente es necesaria porque mejora la competitividad en relación a la eficiencia de los productos y su fabricación, aumenta los ingresos, y acompaña la digitalización de la economía y el aumento de la sostenibilidad”, dice el directivo, orgulloso de un centro que se apoyará, también, en la reciente compra de la división de servicios profesionales de gemelos digitales de Unity, basada en la utilización de tecnología 3D en tiempo real. “En este contexto, queremos ayudar a generar líderes de mercado y reforzar nuestro posicionamiento de cubrir todo lo que tenga que ver con soluciones digitales”.

Laurent Perea, director general de Capgemini Engineering en España, durante el acto de inauguración del Laboratorio de Industria Inteligente de Cádiz.

Una digitalización a dos velocidades

Perea reconoce que digitalizar la industria es “todo un desafío”. Y, es que, este sector lo tiene más complicado que otros debido a su hetereogeneidad. “Si un banco tiene una simple aplicación para usuarios, una empresa industrial puede tener 300 plantas con 100 máquinas diferentes con varios protocolos de comunicación y de generaciones y proveedores distintos”. No obstante, también hay distintas velocidades, porque las nuevas fábricas son nativas digitales y hay proyectos nuevos relacionados, por ejemplo, con la sostenibilidad, “en los que la digitalización puede venir embebida […] Hay avances que hacen que las rentabilidades suban y los proyectos valgan la pena. Pero sí, esta es una evolución que va a tomar más tiempo”.

En España sí que atisba un nivel de madurez bueno: “La inversión es pragmática, lo que significa que todas las soluciones que tienen sentido encuentran financiación y se implantan”. Además, añade, el país cuenta con un alto nivel de talento y una formación de calidad. “En cifras de ingeniero por habitante estamos mejor que vecinos como Francia o Italia”, concluye.