A muchas empresas todavía se les escapa la importancia del código abierto

La parte positiva de open source es que, finalmente, los sistemas relacionados con la gestión corporativa reconocen su importancia; la parte negativa del código abierto se atribuye a la falta de contribución cultural que proporciona. Esta situación resulta particularmente contraproducente, dado que la mayoría de desarrolladores todavía dedica ingentes cantidades de su tiempo a contribuir a la extensión de open source en sus ratos libres.

Los desarrolladores quieren trabajar para empresas expertas en open source. En cambio,  las empresas, permanecen bloqueadas en la idea de: “código abierto=software gratis”, para extender lo que éstas entienden como operatividad dentro del entorno que encierra su propio firewall. Para atraer a desarrolladores y simultáneamente estimular la innovación, las empresas necesitan desplazarse de una mentalidad de meros usuarios de código abierto a contribuidores decididos a extender sistemas desarrollados en código abierto.

El último informe anual elaborado por la fundación Open Source con respecto al presente y futuro del código abierto señalaba que el 78 por ciento de los encuestados afirmaba que en sus empresas realizaban parte de sus operaciones en código abierto, mientras que el 66 por ciento de ellos afirmaba que su empresa se dedicaba al desarrollo de software en código abierto para sus clientes. Esta proporción supone el doble de las compañías que afirmaba emplear código abierto en sus organizaciones en 2010, pero todavía está lejos de la realidad.

En general, los desarrolladores de código abierto dedican más de 7 horas cada semana a trabajos de desarrollo en open source. La mayoría de estos profesionales realizan su labor bajo el radar de la empresa para la que trabajan, pero se está evidenciando cada vez con mayor intensidad que muchos de estos desarrolladores están dejando sus empleos actuales por empresas más conocedoras de la operatividad y posibilidades que ofrecen los sistemas de código abierto.