Microsoft se enfrenta a una investigación antimonopolio de la UE en relación a Teams
Si se determina que ha infringido las normas contra la competencia en el marco de la UE, la tecnológica de Redmond se arriesga a recibir una multa de hasta el 10% de su facturación mundial.
La UE podría abrir una investigación antimonopolio sobre Teams, la plataforma de mensajería y vídeo de Microsoft, a raíz de una denuncia presentada por Slack en julio de 2020, según publica Reuters. Slack, la compañía creadora de la homónima aplicación de mensajería empresarial comprada por Salesforce, presentó originalmente una queja de competencia contra Microsoft citando "práctica ilegal y anticompetitiva de abusar de su posición dominante en el mercado para extinguir la competencia en violación de la ley de competencia de la Unión Europea".
La denuncia alegaba además que Microsoft había "vinculado ilegalmente su producto Teams a su suite de productividad Office, dominante en el mercado, forzando su instalación a millones de personas, bloqueando su retirada y ocultando el coste real a los clientes empresariales".
Al parecer, Microsoft esperaba resolver los problemas con la UE antes de que se abriera una investigación formal, y Reuters informó en diciembre de 2022 de que el gigante tecnológico había hecho una "oferta preliminar de concesiones" para tratar de resolver los problemas de la Comisión Europea.
Sin embargo, Reuters informa ahora de que los intentos de Microsoft por remediar la situación se han topado con un obstáculo, concretamente que la reducción de precios que Microsoft ofreció por Office sin la aplicación Teams no era tan baja como la UE esperaba. En consecuencia, es probable que se abra una investigación y, si se descubre que ha infringido las normas antimonopolio de la UE, Microsoft se arriesga a recibir una multa de hasta el 10% de su facturación mundial.
Microsoft se ha enfrentado a varias sanciones de la Comisión Europea durante la última década, habiéndole impuesto multas de cientos de millones de dólares en 2004, 2008 y 2015. A principios de este año, la empresa trató de eludir otra posible investigación al aceptar cambiar sus prácticas de computación en nube para evitar una investigación antimonopolio de la UE.
Esa posible investigación se derivó de las denuncias presentadas por empresas europeas de computación en nube que expresaron su preocupación después de que se pidiera a sus clientes que pagaran más por ejecutar software de Microsoft en entornos de computación en nube ajenos a Microsoft, en virtud de lo que consideraban políticas restrictivas de concesión de licencias de computación en nube.
Microsoft y la Comisión Europea no han realizado comentarios al respecto.
