Telefónica reclama la necesidad de un cambio en la regulación
Entre las quejas de Telefónica figura la política intervencionista del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de la CMT en sus precios, cuando, al mismo tiempo se le exige asumir los costes de gestión, mantenimiento y actualización de la infraestructura de telecomunicaciones de mayores dimensiones existente en nuestro país y costear el servicio universal.
¿Un sacrificio inútil? Si la situación no cambia, según la operadora, los despidos –que afectarán a afectarán a 15.000 trabajadores hasta 2007– resultarán inútiles para salvar su negocio. Precisamente, pocos días después del anuncio del recorte de plantilla, empezaban las conversaciones entre los ministerios de Ciencia y Tecnología y Economía sobre la posibilidad de liberalizar completamente el mercado en 2004, eliminando las tarifas oficiales establecidas para Telefónica, que, a su vez, condicionan las del resto de los operadores.
El expediente contempla la eliminación este mismo año de 4.500 puestos de trabajo, principalmente entre el personal técnico relacionado con el mantenimiento y gestión de las redes y centrales telefónicas. Los empleados más afectados serán los de edades comprendidas entre 50 y 53 años.
Por su parte, los sindicatos UGT, CGT y UTS reaccionaron de forma diferente. Mientras que el primero intentará que los depidos sean reducidos al mínimo posible, las dos segundas han opuesto de forma radical al plan. CGT rechaza las argumentaciones de Telefónica, insistiendo en que son los directivos los principales responsables de la situación, debido a una "nefasta gestión" de la compañía.