Reinventando las telecomunicaciones
En el sector de las telecomunicaciones, este año será distinto. Los responsables del mercado telefónico, por primera vez en muchos años, deben afrontar el nuevo curso escolar que ahora empieza con otro chip mental. Por delante tienen la difícil tarea de reinventar completamente un sector en el que, en apenas dos meses, han cambiado los protagonistas, los modelos de negocio, las tendencias…En definitiva, el mapa del sector.
Comunitel fue adquirido por Tele2 a mediados de julio, apenas unos días antes de que Auna fuera desmembrada y vendida por trozos a France Telecom por un lado (Amena) y a Ono por otro (el cable). Todo ocurría cuando en el mercado del LMDS aún no habían desaparecido los rescoldos de la absorción de Broadnet por parte de Neosky; al tiempo que el ADSL empezaba a tomar unos derroteros imprevisibles, con grupos como Wanadoo convirtiéndose en uno de los actores principales... Hace un año, nadie hubiera apostado porque en algún momento llegara a producirse esta cadena casi simultánea de acontecimientos, rematada hace apenas unos días por otros fenómenos más internacionales, pero no por ello menos sorprendentes y revolucionarios, como el hecho de que Google empiece a ofrecer telefonía por Internet.
Este año, cuando lleguen a su puesto de trabajo, muchos empleados del sector de las telecomunicaciones no tendrán ni tiempo de quitarse de encima las pequeñas partículas de arena de playa que aún tienen adheridas a los poros de la piel. No sólo ya porque si trabajan para Auna o para Comunitel pueden encontrarse con que al llegar a la oficina tengan otro jefe distinto del que tenían en junio, sino porque ahora se enfrentan a un escenario más incierto que nunca, que requerirá rápidos reflejos.
Todas las etapas de fuerte transformación –como la que va a experimentar el sector de las telecomunicaciones a partir de este otoño– crean desasosiego. Pero esta sensación, equivalente a las fuertes dosis de adrenalina que recibía el sector cuando se encontraba en plena euforia de la burbuja tecnológica, es saludable. Porque romper los esquemas preestablecidos abre un nuevo abanico de posibilidades.
Es esperanzador que en el sector de las telecomunicaciones se haya producido, en apenas dos meses, tal rosario de movimientos corporativos. La llegada de France Telecom al capital de Amena hay que verla como un impulso para que esta operadora, de una vez por todas, renuncie al eterno tercer puesto de los móviles en España y aspire a más. ¿Por qué no? Y no digamos de la llegada de Ono al capital de Auna Cable. La compañía ha dado reiteradas muestras de saber vender telecomunicaciones por cable. Lo que se espera de Ono ahora es que dé la vuelta completamente a Auna Cable y la saque del limbo empresarial en el que ha estado instalada más de un lustro.