Redes de almacenamiento San. Millones de Terabites en busca del espacio

LA TENDENCIA decreciente de los costes de almacenamiento es, sin duda, una buena noticia para las empresas, pero los administradores de red no pueden dejar de preguntarse si, realmente, costes más bajos es siempre sinónimo de algo positivo. No en vano, el lógico aumento de la demanda de soluciones de almacenamiento que está provocando la bajada de precios genera a su vez el aumento de la carga de trabajo de los administradores de red, tanto en términos de gestión como de planificación de la capacidad de ancho de banda.

El planteamiento es sencillo: al incrementar la accesibilidad a los datos almacenados, se les facilita a los usuarios finales la obtención de información. ¿Consecuencias? Crece el tráfico de la red y, por tanto, el trabajo de los administradores de redes. Según IDC, los 20.000 terabytes de datos almacenados a nivel mundial en 1993 serán 3 millones de terabytes en el año 2000.

Esta explosión del almacenamiento está siendo promovida por el hundimiento de los precios de este tipo de soluciones, que en 1997 cayeron a 0,45 dólares por megabyte. Y la tendencia continúa: para el año 2000, IDC estima que los precios rondarán los 0,07 dólares por megabyte.

Y no es que los administradores de redes estén sintiendo exclusivamente el impacto en sus redes del incremento del volumen de almacenamiento. El problema se complica con el aumento constante de la demanda de ancho de banda provocado por el resto de tendencias que hoy rigen el networking, como los crecientes tráficos de aplicación, el aumento constante del número de usuarios conectados a la red debido a la explosión de Internet, y la aparición de nuevos tipos de datos, como el multimedia. La necesidad creciente de acceder a datos almacenados y la aparición de nuevos conceptos como Network Attached Storage (NAS) y Storage Area Network (SAN) amenazan con convertir el almacenamiento en un verdadero dolor de cabeza para los profesionales de las redes. No es de extrañar, por tanto, que los administradores de red de grandes y medianas empresas exijan, cada vez más, un mayor control sobre las operaciones de gestión del almacenamiento de todo tipo de entornos, desde los mainframes a las plataformas distribuidas y, a menudo, las sobremesas y los usuarios remotos.


Consolidación del almacenamiento

NAS y SAN son dos formas de conseguir que los grandes volúmenes de almacenamiento compartido estén disponibles para múltiples servidores de aplicación. NAS remite a situaciones donde los subsistemas de almacenamiento y los correspondientes sistemas de ficheros están conectados, sobre la misma red, a los servidores de aplicación. La red, en efecto, se sitúa entre el sistema de ficheros con su almacenamiento y el servidor de aplicaciones. Con SAN, el sistema de ficheros permanece con los servidores de aplicaciones mientras la red conecta a un subsistema de almacenamiento de datos secundario. Es decir, la SAN conforma una subred separada de la red principal donde se encuentran los servidores de aplicación y los sistemas de ficheros.

El crecimiento de las redes de ordenadores lleva, de hecho, a la compartición de los datos de almacenamiento secundarios entre múltiples servidores de aplicación, lo cual incrementa la carga de la red, aseguran en IDC. Pero, como avisa la consultora, la relación no es sencilla: “las organizaciones tendrán más ficheros y más gigabytes de almacenamiento, pero no querrán necesariamente contratar más gente para gestionarlos”. NAS y SAN representan dos formas diferentes de consolidar el almacenamiento a nivel de empresa, de modo que pueda ser gestionado con un único conjunto de herramientas de software. Una vez consolidado, “el numero de gigabytes de almacenamiento que un administrador puede tratar crecerá enormemente”.

Pero, un paso más allá, Giga Information Group advierte que, pese a las ventajas que supone, disponer de un almacenamiento consolidado no contribuye necesariamente a simplificar la tarea del administrador de red. La instalación de servidores NAS, en particular, supone aumentar el número de dispositivos conectados a la red, “y sería extraordinario si pudieran ser gestionados como cualquier otro servidor”. Además, como el backup de los servidores NAS se efectúa sobre la misma red corporativa, es muy probable que el volumen de ancho de banda que consuman sea mayor que el del resto de servidores de la red.

HACIA LA INTEROPERATIVIDAD EN SAN
Uno de los grandes problemas con que hoy se enfrentan las SAN es su carácter primordialmente propietario. Pero, afortunadamente, están surgiendo iniciativas de la industria para tratar de paliar este inconveniente. Así, dentro del marco de Storage Networking Industry Association (SNIA), varias compañías crearon el pasado mes de abril un consorcio encargado de mejorar la interoperatividad y gestión del almacenamiento multifabricante. El consorcio cuenta con la participación de firmas vinculadas al almacenamiento como Compaq, Dell, EMC, Hewlett-Packard, IBM, Sequent, StorageTek, Sun, Brocade Communications, Legato y Veritas. Un mes antes, además, EMC anunció la formación de su propia FibreAlliance, argumentando el lento progreso que sigue la especificación de estándares.

Complementariamente, tanto Fibre Channel Association como Fibre Channel Committee trabajan en el desarrollo de estándares que permitan un enfoque abierto del almacenamiento en red.

 www.snia.org
 www.fibrechannel.com
 www.fcloop.org

Es ingenuo pensar que el aumento del volumen del almacenamiento no cambie el modo de gestionar la red. Y es de esperar que ese cambio no suponga necesariamente el aumento del trabajo de los administradores de red. De hecho, algunos expertos ven la gestión de almacenamiento cada vez más integrada con la gestión de sistemas y de redes. “La tendencia va hacia la automatización de todas las tareas, no hacia incrementar el trabajo de los profesionales de las redes,” afirman en la consultora Peripheral Concepts.

Junto a estas cuestiones de gestión de red básicas, hay que tener en cuenta también la planificación de la capacidad del ancho de banda. En este sentido, de NAS y SAN es la segunda solución la que aporta una promesa más inmediata de reducción

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