¿Por qué fallan las certificaciones de Categoría 6?

En este artículo se repasan las causas más habituales de los fallos en la certificación de un cableado de Categoría 6, entendiendo por certificación el proceso de medir el cableado con un equipo certificador y comparar los resultados con un estándar predefinido. Se trata de una guía genérica que ni puede ni pretende ser la herramienta de resolución de todos los fallos posibles pero que resultará de ayuda a los técnicos que la utilicen.

Antes de empezar a certificar el cableado hay que disponer de las herramientas adecuadas: un equipo certificador calibrado con los adaptadores correspondientes al sistema que deseamos medir y la versión de software más reciente de acuerdo al estándar que queremos aplicar. Después hay que seleccionar el tipo de medida entre canal o enlace permanente, según certificamos el sistema completo o sólo el cableado fijo, sin latiguillos en los extremos. Es obvio, pero, previamente a todo el proceso, conviene entender de una forma clara el objetivo de la certificación, si queremos verificar el cumplimiento de Categoría 6, Clase E u otros estándares como 100Base-T o las especificaciones del fabricante del cableado. Repasemos a continuación los posibles fallos que nos indica el equipo certificador y sus causas más comunes.

Mapa de cableado
Los fallos en el mapa de cableado suelen corresponder a un error en la conectorización: hay que revisar que el código de colores del cable coincida con el del conector en los dos extremos. Si el sistema no está bien conectado fallarán muchos parámetros, por eso algunos equipos no siguen con los otros parámetros si lo básico, la continuidad de los conductores, no cumple con las especificaciones.
Otro fallo típico es la utilización de un producto codificado T568A en un extremo y otro T568B en el otro. En este caso los pares verde y naranja se intercambian generando un cruce entre el par 1-2 y el 3-6, que es el mismo error que causa un latiguillo cruzado para Ethernet. Si el cruce es 1-2 con 3-6, y además 4-5 con 7-8, podría tratarse de un latiguillo cruzado para Gigabit Ethernet, con los cuatro pares cruzados dos a dos o de un instalador daltónico que confunde todos los colores.
El mapa de cableado revela los conductores abiertos y cortocircuitados. Localiza el punto de fallo y busca conectores o cable dañados, latiguillos o adaptadores específicos (cruzados, eliminadores de módem, sistemas de control o adaptadores serie que puedan tener conexiones específicas entre conductores).

Longitud
Los fallos de longitud no son tan triviales como parece. Por supuesto que un enlace de más de 90 metros o un canal de más de 100 superan el máximo establecido por los estándares, pero no siempre es tan sencillo.
En primer lugar, hay que saber que el certificador no mide la longitud del cableado, sino que calcula la distancia midiendo el tiempo que tarda la señal en ir y volver desde el equipo hasta el extremo opuesto. Para que el cálculo sea exacto es necesario conocer la velocidad nominal de propagación del cable (NVP). Si nuestro certificador tiene programada una NVP del 69% y el cable que estamos midiendo una NVP real del 76%, estaremos cometiendo un error del 10% en todas las medidas de longitud. Por eso los certificadores tienen predefinida la NVP típica de varios cables y disponen de la función para introducir o calcular dicho parámetro.
También hay que recordar que la longitud física de los pares es superior a la longitud de la cubierta del cable debido al trenzado, que es distinto en cada par. Por eso es normal que la longitud sea ligeramente superior en los pares con un trenzado más denso, y se utiliza el par más corto para certificar la longitud máxima del estándar de canal o enlace.
Finalmente podemos encontrarnos con errores de longitud mínima. Según el estándar IS11801, el canal completo (con cuatro puntos de conexión) de Clase E mide un mínimo de 15m y en algunos medidores la zona muerta del equipo nos da errores de longitud por debajo de los 12 metros. En estos casos hay que verificar si el cableado en cuestión está garantizado por debajo de una distancia mínima: si el fabricante nos puede asegurar sus prestaciones en canales cortos mediante pruebas de laboratorio debidamente documentadas.

Atenuación o pérdidas de inserción
Lo que antes se conocía como atenuación se llama ahora pérdida de inserción en los estándares actuales. Las tiradas demasiado largas son causantes de unas pérdidas excesivas, aunque no es ésta la única causa de fallos en este parámetro. Hay que verificar que todos los componentes son de la categoría adecuada, especialmente latiguillos de usuario, de parcheo y de equipo, que por su construcción en cable flexible multifilar pueden llegar a tener un 50% más de atenuación por metro que el cableado horizontal de cobre sólido, especialmente si son apantallados.
Simplificando las completas especificaciones del ISO/IEC IS 11801, CENELEC EN 50173 y ANSI/TIA/EIA-568B en las distintas especificaciones de enlace básico, enlace permanente y canal, hay que evitar que la suma de todos los latiguillos en cada canal supere los 10 metros.
Las instalaciones con punto de consolidación pueden incluir distancias significativas de cable flexible, que tendrá que ser mejor que los mínimos estandarizados si queremos superar con holgura las limitaciones de atenuación en los canales más largos. Para las tomas muy cercanas, una atenuación inferior a 3 dB no se debe utilizar para determinar un paso o fallo en la certificación.

Retardo de propagación y retardo diferencial
Ya se ha comentado que la longitud del cableado se calcula a partir del retardo. Podemos, por tanto, aplicar al retardo de propagación criterios similares a los de la longitud máxima.
Si encontramos un retardo diferencial (Delay Skew, también llamado sesgo en ciertas traducciones) superior al estándar (50 ns), hay que investigar si se han conectado correctamente todos los pares o simplemente hemos topado con un cable de mala calidad.
Es interesante comentar que la escala de tiempos de un equipo certificador capaz de bajar hasta los nanosegundos con una precisión aceptable es uno de los factores que justifica el coste significativo de estos laboratorios ambulantes.

NEXT - PSNEXT
Se trata, posiblemente, de uno de los parámetros que más fallos daban en los cableados hasta Categoría 5e, y que en Categoría 6 ha sido desbancado por las pérdidas de retorno. Cuando tenemos un fallo de NEXT hay que verificar primero la calidad de la instalación y después la idoneidad de los productos. Hay que buscar errores de conectorización (pares destrenzados, sin cubierta o retorcidos, especialmente en el angosto hueco de algunas rosetas), y verificar paneles y puntos de consolidación. El NEXT es un fallo asimétrico; si falla el del equipo principal y no el del remoto, ya sabemos en qué lado buscar. En situaciones complejas vale la pena invertir los equipos para comprobar que es el cableado y no el certificador la causa del problema. Los latiguillos y los cabezales de medida de enlace desgastados o inadecuados son la causa de numerosos errores de NEXT.
Es preciso verificar que todos los elementos del canal sean de Categoría 6, así como sospechar de cualquier latiguillo muy usado, de otra marca o que pueda estar hecho en campo. La diafonía puede ayudarnos a detectar algunas prácticas propias de instaladores no cualificados, como empalmes y conexi

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