PLC: Trampolín para la banda ancha

Tal y como muestran múltiples estudios recientes, la banda ancha en la UE se encuentra todavía en una fase temprana de desarrollo. Sirva como indicador que la penetración media en los hogares se encuentra por debajo del 2%, si bien este índice no es reflejo de una situación homogénea en los distintos países miembros.
El factor clave que está ralentizando el despegue de la banda ancha es la falta de competencia en las redes locales de acceso. El despliegue de este tipo de infraestructuras paralelas requiere inversiones sustanciales, lo cual supone una fuerte barrera para que los nuevos operadores, que no poseen dichas redes de acceso, realicen ofertas económicamente viables y competitivas en el mercado de servicios fijos de banda ancha.
En nuestro país, pese a la desagregación del bucle local ordenada en diciembre de 2000 y al retraso obligado en el lanzamiento de servicios de banda ancha (ADSL) por parte del operador tradicional, el ritmo de desagregación y el grado de competencia alcanzado son demasiado bajos para generar un verdadero interés en las instituciones financieras de cara a realizar decididas inversiones en infraestructuras de acceso alternativas. De hecho, esta situación ha provocado que algunos operadores incluso se replanteen sus estrategias de acceso, sustituyendo el desarrollo de infraestructuras propias por el alquiler de las de terceros.

Maduración comercial
En este campo de juego es en el que la tecnología PLC (Power Line Communications) encaja perfectamente, pues tiene el potencial de proveer una infraestructura alternativa de acceso de banda ancha que compita con las dos tecnologías de enfoque residencial en España: el acceso local de telefonía fija y el acceso por cable. Basada en la transmisión de señales a través de las líneas eléctricas convencionales, supone una solución a la mayor parte de problemas planteados, destacando, desde el punto de vista del operador, la rapidez, selectividad y modularidad de su despliegue.
Si bien esta iniciativa ya se vio frenada hace unos años a nivel europeo por razones técnicas (excesivas interferencias), hoy en día, y tras la realización de satisfactorias pruebas piloto (como, por ejemplo, la realizada en Zaragoza entre 2000 usuarios), se está en disposición de afirmar que se trata de una solución que ha resuelto con nota sus anteriores problemas: es estable y está ya preparada para su entrada en el mercado. De hecho, en España ya se prevé un lanzamiento comercial el próximo octubre en las zonas inicialmente acondicionadas para las pruebas piloto.
Sin embargo, una vez resueltos los problemas técnicos, queda por superar una fase si cabe más importante: lograr que se convierta en una oferta de negocio real, adquiriendo, entre otras cosas, una cobertura nacional unificada. Existe además una prueba final que esta tecnología debe superar: la regulación.
Actualmente, esta cuestión se está discutiendo a nivel europeo, y desde AUTEL consideramos necesario que la UE establezca una regulación favorable y estable tomando en consideración la contribución de esta nueva tecnología a la consecución de la meta marcada en el Consejo Europeo de Lisboa, así como su aportación a la reducción de la brecha digital abierta por la inviabilidad económica del despliegue de nuevas tecnologías en las zonas menos desarrolladas y con menor densidad de población

AUTEL (Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones)
autel@autel.es

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