Los ASP y la cuadratura del círculo

Nacieron con mucho ruido y algunos murieron con demasiado silencio. Lo que el viento se llevó fue la improvisación y la falta de “foco” y de un modelo de negocio viable. En plena metamorfosis, los ASP supervivientes y los de nuevo cuño se enfrentan ahora a un mercado renovado con tantas barreras como oportunidades.

La industria ASP está experimentando los dolores de crecimiento comunes a cualquier tecnología emergente a medida que los responsables TI lentamente van aceptando la idea de cambiar el modelo de hacer negocios. La diferencia es que en vez de suministrar un producto tangible, los ASP entregan un servicio que es algo difícil de definir. Si a eso se añade la complejidiad inherente al suministro remoto de aplicaciones concebidas de origen para un entorno cliente/servidor, las cuestiones de seguridad propias de las transacciones por Internet y la necesidad de middleware específico, los problemas crecen.
Estas dificultades técnicas son ahora incluso mayores, puesto que los ASP, a diferencia de los primeros tiempos en que el cliente objetivo eran fundamentalmente las .com, están intentando entrar en empresas de cada vez mayores dimensiones. Las .com eran –algunas todavía son, aunque cueste creerlo– pequeños negocios que requerían poca integración y personalización, y accedían a sus aplicaciones sobre todo por Internet. Sin embargo, las empresas de mayor tamaño plantean serios retos de seguridad, conectividad e integración, con una clara tendencia al uso de líneas privadas.
Un buen ejemplo de esta inadaptación es el de Pandesic, fundada con un amplio respaldo mediático por Intel y SAP. La joint-venture no pudo ni supo hacer la transición de la entrega de aplicaciones de comercio electrónico a las .com a dar servicio a las grandes compañías. No quedó otra salida que echar el cierre.
Resumiendo gráficamente la problemática, Summit Strategies afirma que los ASP “se están viendo forzados a encajar un cuadrado en un círculo. Es realmente complejo conseguir que aplicaciones que fueron diseñadas para correr en un servidor corporativo utilizado desde la propia empresa mediante una interfaz Windows puedan ser suministradas a múltiples cliente por la Web”.

El escollo de la integración
Una cuestión fundamental es la integración a todos los niveles. Cada vez menos pero todavía quedan ASP que piensan que todo lo que necesitan para dar servicio son unas cuantas aplicaciones estándar, como las bases de datos Oracle o SQL Server, un router delante y un cortafuegos detrás. Los expertos apuntan, sin embargo, que lo realmente importante es conseguir la integración entre las aplicaciones y todos los niveles de la infraestructura, desde los servidores y los sistemas operativos de red a las bases de datos y las propias redes. Se trata de un servicio, y para mantenerse en el mercado de los servicios hay que ser capaz de comprender el panorama de las infraestructuras en su totalidad.
Por el lado de la demanda es igualmente preciso comprender todas las cuestiones relacionadas con la infraestructura en su conjunto antes de comprometerse con un ASP. Si la red interna de la empresa no es la adecuada para manejar aplicaciones suministradas por un tercero, el personal técnico se verá obligado a afrontar múltiples cuestiones de in-
tegración de sistemas y la necesidad de instalar software cliente en cada sobremesa. Conviene, por tanto, abordar la iniciativa como una decisión estratégica en la que disponer de la infraestructura correcta es una pieza esencial.
Y una dificultad añadida: las grandes empresas prefieren optar por software personalizado capaz de ser integrado en sus sistemas internos, algo que obliga a los ASP a invertir mucho tiempo y dinero, y que, en consecuencia, pocos están dispuestos a asumir. Aquí los ASP enfocados a mercados verticales pueden servir de ayuda.
Con todo, un buen argumento a favor de los servicios de ASP son los retornos de la inversión (ROI) que obtienen los clientes, que, según IDC, puede ascender a un 400% en cinco años. No está nada mal.

La nueva generación
Firmas como Microsoft, Sun, HP e IBM están desarrollando servicios Web que permitirán a las aplicaciones comunicarse entre sí mediante lenguajes basados en XML. De hecho, PeopleSoft 8 y Siebel 7, por ejemplo, están diseñadas para ser suministradas online.¿Qué significa esto para los ASP “puros”? Parece claro que tendrán que enfocarse en un nicho concreto donde sean capaces de aportar un valor añadido significativo; de lo contrario, lo más probable es que, si tienen el suficiente atractivo, acaben siendo engullidos por algún operador o gran consultora. Como vaticina Summit Strategies, los ASP están en un proceso de cambio y adaptación al medio tan profundo que a la vuelta de un lustro el paisaje será completamente distinto: “lograr el estado ideal siempre es una cuestión de evolución”.
Y no habrá que perder de vista el nuevo perfil introducido por los llamados proveedores de servicios de negocios Internet, que, como las estadounidenses Salesforce.com, Upshot, Portera y Blue Matrix, suministran por Internet, a cambio de una cuota mensual, sus propias aplicaciones nativas Web.
En definitiva, los expertos coinciden en que el mercado ASP acabará por imponerse pero muy probablemente con otro nombre. De hecho, ya prefieren referirse a estas soluciones como servicios de software, tomando como punto de partido el ya muy difundido concepto del “software como servicio”. A, S y P son tres letras que, juntas y en este orden, están tan dañadas que podrían tener los días contados. Es el software como servicio la base fundamental de la iniciativa .Net de Microsoft; también es el punto central de Oracle y de las más destacas compañías de software del mundo.

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