La CMT cede a las exigencias tarifarias de Telefónica en ADSL

Dará servicio minorista por 6.500 pesetas

El pasado 2 de agosto, el Gobierno autorizaba a Telefónica a ofrecer Internet de alta velocidad utilizando tecnología ADSL con una tarifa plana básica de 6.500 pesetas mensuales, precisamente el precio propuesto por la operadora desde un principio. No obstante, esta tarifa se reducirá a 3.900 pesetas en el caso de que el cliente final sea un colegio o una biblioteca.
Esta aprobación ha exigido a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) flexibilizar significativamente su postura ante los argumentos de Telefónica en su recurso inter- puesto contra las medidas cautelares tomadas por el organismo como parte del expediente sobre el establecimiento de condiciones para el acceso indirecto al bucle de abonado de la RTB (Red Telefónica Básica) de Telefónica. Y, probablemente, la amenaza del operador de renunciar a su proyecto ADSL minorista si la CMT mantenía sus exigencias ha tenido mucho que ver en este cambio de actitud, dada la importancia del papel que ADSL está llamado a desempeñar en el desarrollo de la Sociedad de la Información y la fuerza comercial de Telefónica de España.

Un proceso delicado. Se trataba sin lugar a dudas de un proceso delicado. Era deseable un precio bajo que potenciara la presencia de Internet en la sociedad española, pero a la vez había de ser suficientemente alto como para permitir rebajas en la venta mayorista a otros operadores en competencia con márgenes que garantizaran la viabilidad del negocio para éstos, pero también para Telefónica.
Ante esta situación, la CMT, decidida ante todo a defender a los operadores entrantes ante la insuficiente competencia en telefonía fija a estas alturas de la liberalización, dictó a principios de julio medidas cautelares exigiendo una rebaja de la cuota mensual de 6.500 pesetas propuesta por Telefónica para el servicio en el mercado de consumo. En concreto, imponía a Telefónica la reducción cautelar de precios mayoristas en el servicio GigADSL –nombre comercial de la oferta ADSL mayorista del operador dominante– de acceso indirecto al bucle de abonado. Una medida recibida con optimismo por la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (Astel), que agrupa a 38 competidores de Telefónica, y cuyos portavoces calificaron como “absolutamente necesaria” para garantizar la rentabilidad de sus negocios.
En la rebaja de los precios de venta a otros operadores para que éstos pudieran ofrecer servicio ADSL minorista se barajaban descuentos de hasta un 63%, un porcentaje que debía concretarse en función de las tarifas de ADSL que la operadora dominante prestaba indirectamente al usuario final a través de sus filiales Terra y Telefónica Data, y que Telefónica consideró inaceptable, llegando incluso a suspender el despliegue de su oferta ADSL mayorista. Finalmente, el margen será probablemente de un 43%.

Desde la perspectiva del cliente. Como respuesta a la aprobación por el Gobierno de la propuesta de Telefónica, el día 3 de agosto, la Asociación de Internautas, emitía un comunicado en el que consideraba que “tanto la CMT como el Gobierno daban la espalda al usuario”. Así, según indican los representantes de esta organización, en la negociación se han tenido en cuenta tanto los intereses de la operadora dominante como los de sus competidores interesados en proporcionar servicios de Internet de alta velocidad al usuario final, pero la rebaja de precios no beneficiará en modo alguno a los usuarios.
Asimismo, la AUI reclama que el precio de 3.900 pesetas establecido para colegios y bibliotecas, pese a sugerir una actitud favorable al fomento social de la utilización de la Red, es claramente insuficiente. En estos casos, tal y como argumenta la Asociación, “el servicio debería ser gratuito”.

www.cmt.es

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