GPRS, WLAN y Bluetooth frente a UMTS: ¿todos contra uno y uno contra todos?

Está la tercera generación de telefonía móvil amenazada por las tecnologías 2.5G y Wireless LAN/Bluetooth? ¿Podrían estas tecnologías retrasar la entrada de UMTS? Más aún, ¿está 3G muerto antes de nacer?
Mucho se está hablando últimamente sobre la posibilidad de que GPRS, que ya ofrece conmutación de paquetes y conexión permanente “always on”, y las tan de moda WLAN puedan amenazar el desarrollo de 3G. Estas soluciones tecnológicas, junto a la débil situación financiera de muchas de las operadoras que se endeudaron en la obtención de licencias de 3G, han hecho hablar a algunos agoreros que curiosamente defendían, hace tan sólo un año, la tercera generación como la salvación para las operadoras frente a la muerte prematura de UMTS.
Desde IDC, en cambio, no creemos que estas tecnologías amenacen el desarrollo de UMTS. Creer que GPRS impedirá la llegada de UMTS es como creer que la bicicleta amenazaba el desarrollo del automóvil; los dos sirven para moverse, pero, desde luego, con diferentes prestaciones. Respecto a WLAN, no es una tecnología sustitutoria de UMTS sino complementaria a la misma. El usuario utilizará WLAN en entornos geográficos concretos y reducidos (por ejemplo, la oficina), y UMTS cuando esté en otros lugares, exactamente lo mismo que Bluetooth, esa tecnología de nombre vikingo que ya comienzan a incluir numerosos terminales móviles, siendo un complemento útil para los mismos, pero nunca un sustituto.
Además, WLAN puede ser un complemento interesante para los modelos de negocio de las operadoras, que ya están posicionándose en el sector. Se trata de un segmento que puede presentar sinergias muy interesantes para dichas operadoras si éstas son capaces de entrar en el mercado antes de que lo hagan los fabricantes de redes y las empresas de servicios, que creían haber encontrado en WLAN un modo de ofrecer soluciones móviles a las empresas sin contar con las operadoras, que son, sin embargo, intermediarios imprescindibles en las aplicaciones de 3G. Pero estos intermediarios parecen haber detectado el posible “by-pass” que los fabricantes planeaban, y ya ven en WLAN una manera de ofrecer hoy en entornos limitados las aplicaciones que UMTS permitirá en un futuro.

¿Solución sin problema? El gráfico muestra dónde se posicionan estas tecnologías. Vemos en él que ni WLAN ni Bluetooth se solapan con 3G ni con 2.5G; pese a compartir una parte, tienen una potencialidad muy inferior.
GPRS, WLAN y Bluetooth son, por tanto, tecnologías que, pese a tener grandes oportunidades de desarrollo, no creemos que vayan a amenazar la llegada de UMTS; más bien al contrario, serán útiles para hacer una prueba de mercado de las nuevas aplicaciones móviles sin la necesidad de realizar enormes inversiones en red. Los servicios que ambas tecnologías pueden ofrecer servirán, sin duda, para ir preparando el mercado para la llegada de las aplicaciones 3G. De hecho, el retraso de UMTS, si realmente se produce, no vendrá del lado de la tecnología sino del lado de la insuficiente madurez del mercado, porque quizá muchas de las sofisticadísimas aplicaciones que 3G promete sean soluciones a problemas que no existen. ¿Se ha planteado alguien si realmente hay demanda para este tipo de servicios? El éxito de SMS ha demostrado que no son necesarias aplicaciones complejísimas para lograr una aceptación masiva.

Por Jaime García Cantero
Analista Senior de IDC España

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