España, Alierta y la Sociedad de la Información

En plena polémica sobre la efectividad real del proceso liberalizador emprendido en la UE y en España, el presidente de Telefónica, César Alierta, planteaba recientemente la necesidad de establecer un marco regulatorio equilibrado, estable y que permita el retorno de las inversiones en banda ancha. Lo hacía durante la presentación en Madrid del libro “La Sociedad de la Información en Europa. Presente y Perspectivas”, editado por el operador. Y añadía que las autoridades deben ser conscientes de que la “Sociedad de la Información está a la vuelta de la esquina”’ y que, por tanto, las “limitaciones que impongan no deben entorpecer” su desarrollo.
El argumento en sí no añade nada nuevo al debate (todos sabemos que algo hay que hacer; muy pocos concretamente qué), pero algunos flecos discursivos tienen su guasa. En su intervención, Alierta destacó que “España es, tras el Reino Unido, el país de la Unión Europea con mayor número de operadores de telefonía fija, es decir, el lugar donde los clientes tienen mayores posibilidades de elección”. Realmente, el “es decir” es un decir, porque también podría significar justo lo contrario. De hecho llama la atención que, con estos pelos competitivos, en esto le pisemos los talones al mercado que más tiempo lleva en competencia. En números, actualmente existen en España 68 licencias de telefonía fija.
Asimismo, Alierta subrayó la rebaja sustancial de los precios entre 1998 y 2001, “un 57% en larga distancia e internacional frente a un 44% en larga distancia o un 39% en internacional que son las reducciones de la media europea. También en móviles las reducciones de precios superan a las europeas, con un 56% en nuestro país frente a un 38% de la media europea”. Parece lógico que seamos de los países que más han bajado las llamadas internacionales si se tiene en cuenta que éramos de los que más altas las tenían para compensar el módico precio de las urbanas, ahora que han subido y de las que curiosamente pocas veces nadie dice nada. Es aquí donde a veces los argumentos comienzan a tomar adjetivos. ¿Es fuerte el de demagógico?
Y luego, si se tienen ganas de enredar, es cuando ya se empieza a dudar de todo lo que unos y otros nos cuentan, sin que de nadie se presuponga engaño. Pero el contexto es el contexto.
Del estudio se desprende que si continúa la tendencia actual, Europa alcanzará durante los próximos años los niveles de penetración de Internet de Estados Unidos. Un factor decisivo para la expansión de Internet es la generalización de la banda ancha, ya que es en las regiones con mayor grado de implantación de esta tecnología, como Estados Unidos, Suecia, Países Bajos y especialmente Corea del Sur, donde se da el mayor nivel de penetración. Entre las tecnologías de acceso de la banda ancha, ADSL se consolida como la de mayor implantación en Europa. En cuanto a comercio electrónico, en 2001 las compras a través de Internet en Europa ascendieron a un 35%, frente al 19% en el 2000, cifra aún por debajo del 49% de Estados Unidos. Todo muy bien, pero ¿por dónde andamos en España? Merece comenzar párrafo.
Se asegura en la segunda ola del Estudio General de Medios (EGM), editada por la AIMC (Asociación de Investigación de Medios de Comunicación), que el crecimiento de usuarios de Internet en España continua estancado, aunque aumenta el tiempo de conexión y la frecuencia de uso. Dice la última entrega del EGM que las personas que navegan por Internet solamente han pasado de representar el 22,2% de la población al 22,5%, un incremento de 0,3 puntos que permite concluir a la AIMC (www.aimc.es) que el crecimiento de usuarios de Internet está parado. Con estas cifras, el número de usuarios de Internet se sitúa exactamente en 7.892.000, mientras que en la anterior ola se elevaba a 7.734.000 millones: puede que lo más granado de Europa vaya bien en Internet, pero, en esto, España va mal. En AIMC están seguros de que estas cifras volverán a crecer, aunque no se atreven a decir cuándo ni por qué.
Se han dado datos también de que, si bien el número de usuarios de Internet prácticamente se ha estancado, el tiempo de conexión ha aumentado, así como el nivel de las sesiones de los usuarios de DSL, casi todos de ADSL. Y eso está bien, pero va en contra del mito de la Sociedad de la Información en aras del Gueto de la Información, justo lo que la UE trata de impedir. Un verdadero berenjenal político-técnico-comercial en medio de la contestación prácticamente generalizada que provoca entre los competidores de Telefónica el mercado de servicios ADSL, que además según algunos datos, también se está estancando pese a sus tan tardíos como brillantes comienzos. Nosotros nos perdemos.
Hay muchos más datos –alegres y tristes– en www.telefonica.es/ sociedaddelainformacion.

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