BSM: Cuando las TI piensan en términos de negocio

Bajo las siglas BSM (Business Services Management), las soluciones de gestión están evolucionando hacia la correlación del estado de la red con el rendimiento del negocio. Se trata de una nueva generación de software que permite a los responsables de TI priorizar la protección de los sistemas y aplicaciones que soportan los procesos críticos de la empresa.

Los suministradores de software ofrecen actualmente un amplio abanico de soluciones que recogen información sobre el estado y el rendimiento de la red, los sistemas y las aplicaciones; soluciones que los usuarios vienen disfrutando de un modo probado y ya casi convencional desde hace tiempo. Es hora, por tanto, de dar el siguiente paso: la correlación del estado de la red con el rendimiento del negocio. Y eso es justo lo que aporta BSM (Business Services Management), concepto hacia el que evoluciona la industria.

Enfoque proactivo
Las siglas BSM remiten a una nueva generación de software que permite a los responsables de TI “informar” a sus herramientas de gestión qué aplicaciones, servicios y procesos son los más importantes para el negocio y, en consecuencia, se han de proteger con prioridad. Es decir, ayuda al personal de TI a monitorizar y proteger los procesos críticos para el negocio con independencia de dónde residan. Así, si se produjese una caída del rendimiento de un sistema crítico, no sólo alertaría al personal técnico, sino que además le ofrecería sugerencias sobre cómo arreglar el problema a fin de salvaguardar los objetivos del negocio.
Según sus defensores, BSM contribuye a mejorar el rendimiento de los sistemas TI más destacados de la empresa, al tiempo que aporta la suficiente flexibilidad como para permitir a los responsables de redes realinear los sistemas TI con los objetivos del negocio. Así descrito, el nuevo concepto y sus tecnologías asociadas recuerdan al de Business Impact Management (BIM), que se encarga de gestionar el impacto de un fallo en el negocio, identificando las aplicaciones, usuarios y clientes afectados por un problema de red o una caída del rendimiento. Pero, a diferencia de BIM, BSM es proactivo. Su enfoque, por ejemplo, permitiría alertan al personal de TI de la sobreutilización de un servidor en función de patrones de uso predeterminados antes de que se produzca una caída del rendimiento. Además, para prevenir el problema asignaría más recursos de servidor al soporte de aplicaciones, usuarios finales y clientes, Asimismo, proporcionaría al personal técnico los datos necesarios para equipar mejor la red a fin de mantener los servicios del negocio activos y en perfecto funcionamiento.
En pocas palabras, se puede decir que BSM combina información técnica y del negocio en un todo lógico que contribuye a materializar el verdadero valor de las TI para la organización.
Al ayudar a comprender cómo la tecnología puede impactar el negocio, facilita a las empresas la alineación de los sistemas y la gestión de las aplicaciones con las consideraciones comerciales que constituyen la base de su actividad. Es decir, mejora el modo en que se muestra la información y el modo en que se correlacionan y filtran los eventos para dotarlos del “sentido” del negocio, al servicio de sus objetivos y estrategias.
Los administradores utilizan el software BSM, por lo general residente en un servidor dedicado, para identificar procesos de negocio, modelar servicios y establecer políticas en función de las necesidades de la actividad fundamental de la empresa. Después de determinar qué servicios son los más críticos para la organización, en colaboración con los directivos de la empresa, los responsables de TI modelan tales servicios en el software, identificando las aplicaciones, bases de datos, sistemas de almacenamiento, servidores y red en los que descansan.

Agentes distribuidos
El software emplea agentes distribuidos que se encargan de recoger datos de los dispositivos y sistemas gestionados mediante estándares como el bien conocido SNMP. Con dichos datos, el software monitoriza el estado y disponibilidad de todos los elementos que comprende un servicio y alerta al personal TI cuando, por ejemplo, la caída del rendimiento de un servidor podría comprometer su rendimiento global. Para dar sentido a los datos recogidos, las herramientas BSM deben incluir funciones avanzadas de correlación y análisis a fin de poder relacionar eventos de diferentes sistemas TI. Es precisamente en esta función clave de correlación de eventos donde los fabricantes encuentran el principal escollo para ofrecer soluciones realmente eficaces, dada la amplia variedad de eventos generados y de datos recogidos, así como de los sistemas de los que proceden.
Por otra parte, el software BSM aporta sugerencias para solucionar los problemas, y, en su estado más avanzado, también podría automatizar, si no todas, al menos algunas de esas acciones. Por ejemplo, si el servidor que soporta una aplicación de recursos humanos inexplicablemente se ralentiza al mismo tiempo que el servidor que alberga una aplicación de pedidos online, el software BSM diría en tiempo real a los administradores de la red que solucionen primero el último servidor porque soporta una aplicación más importante para el negocio. El producto además podría sugerir migrar la aplicación de pedidos online a un servidor más potente para prevenir posibles fallos futuros.

¿Utopía o realidad?
No cabe duda que la idea de enlazar las prioridades del negocio con la infraestructura que las soporta no sólo es válido, sino que representa incluso la gran utopía de las TI desde sus orígenes. Pero no faltan escépticos que se preguntan si las firmas de software de gestión son las más indicadas para dar una respuesta a esta necesidad: ¿cómo incorporar la información sobre procesos de negocio a herramientas que siempre han estado centradas en las propias TI? Algunos expertos y consultores no ven factible integrar en una sola herramienta todas las funciones que implica BSM; por el contrario, ven más realista la integración de múltiples herramientas de configuración, análisis y monitorización en una sola función global que satisfaga los objetivos de BSM.
También será preciso un profundo trabajo de consultoría, pues, en opinión de los más críticos, no todos los suministradores estarán en condiciones de ayudar a los usuarios a identificar los procesos y servicios cruciales para el negocio, muy especialmente cuando la empresa es fruto de una o varias fusiones. Pero incluso una organización sólidamente estructurada puede surgir el problema de tener que contemporizar los intereses –a veces muy diversos- de sus múltiples unidades y departamentos. Cada uno de ellos puede tener sus propias necesidades de rendimiento y, en consecuencia, sus propias prioridades. El reto, en estos casos, será hacer una “fotografía” consistente para toda la organización de lo que realmente crítico y, en función de ella, conseguir que todos los sistemas TI trabajen en consecuencia.

Oferta en evolución
Tales dificultades, sin embargo, no impiden que los pesos pesados de la gestión, como IBM o HP, dispongan de las herramientas y experiencia necesarias para hacer avanzar a sus clientes en el terreno de BSM. También grandes firmas como Computer Associates y BMC Software ofrecen software de este tipo; incluso compañías más peque&#

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