Alternativos del mundo, uníos
Proyecto “llave en mano”
Albura se ha ofrecido a hacer de aglutinador de esas líneas y ofrecer a los operadores alternativos un proyecto “llave en mano”. En principio, la idea suena bien. Falta saber cómo se resolverán algunos escollos. El primero es la regulación. En la actualidad, falta por articular un sistema más ágil para facilitar las migraciones masivas desde el GigaADSL hacia otras fórmulas de conexión basadas en la desagregación del bucle. Por otra parte, hay que resolver los distintos intereses, muchas veces enfrentados, entre los pequeños operadores. En la mayoría de los casos, las estrategias en el mercado español de cada uno de ellos están demasiado vinculadas a lo que dicten sus casas matrices fuera de España. El caso más significativo es Tiscali, que aunque es uno de los operadores alternativos más significativo en el mercado de Internet en España, este verano se ha descolgado con unas declaraciones de su consejero delegado, Ruud Huisman, a nivel internacional en las que manifiesta su intención de desinvertir en el mercado ibérico para centrarse sólo en los “más importantes” (Italia, Francia, Reino Unido, Benelux y Alemania).
Como telón de fondo de los planes de desagregación de bucle de forma coordinada y masiva, los operadores alternativos no han perdido de vista en ningún momento la experiencia del grupo Free, en Francia. Esta compañía, asumiendo un gran riesgo inicial, subió ese peldaño de inversión. El resultado es que acudió al mercado no sólo con una simple reventa de ADSL, sino que además ha lanzado una oferta de canales de televisión a través de las líneas telefónicas básicas (lo que Telefónica quiere hacer con Imagenio), y llamadas de voz a bajos precios gracias a su apuesta por la tecnología IP (VozIP). El modelo está funcionando, al menos en lo que a volumen de usuarios se refiere, ya que en apenas un año consiguió hacerse con cerca de un millón.