Affinalia garantiza a la pyme la factura de telefonía más económica

Contrato MINUS

Affinalia se presenta como revendedor de telefonía fija de valor añadido. Su principal innovación es el contrato MINUS, con el que se compromete a aplicar, cada mes y a posteriori, la tarifa del operador que más económico hubiera resultado para el cliente.

Creada en 1999 como distribuidor autorizado de Uni2, a finales de ese mismo año, Affinalia reorientaba su actividad convirtiéndose en una empresa de asesoría y gestión de telecomunicaciones independiente, cuyos servicios se dirigen al sector pyme, con gastos de telefonía fija de entre 25.000 y 500.000 pesetas mensuales, aunque también empieza a introducirse en el mercado residencial. “En aquel momento dejamos de actuar como distribuidor de Uni2 y pasamos a asumir la figura de operador virtual, un operador sin red propia. Proporcionamos directamente el servicio de telecomunicaciones al cliente utilizando las redes de otros operadores. En el modelo del revendedor, el operador con red propia factura al cliente; en este caso, somos nosotros los que nos encargamos de todo. Compramos minutos a precios muy interesantes, beneficiándonos de descuentos por volumen, y reflejamos parte de estos descuentos en la factura al cliente”, explica Juan Carlos Sanz-Briz, presidente de la compañía.
Actualmente, los proveedores de Affinalia son Uni2, British Telecom y Colt Telecom. Lejos de interpretar la carencia de infraestructura como una desventaja, Sanz-Briz, asegura que “cuando tienes tu propia red, eres cautivo de ella. Nosotros podemos funcionar con las mejores redes que haya en cada momento en el mercado y escalar según nuestras necesidades”.

Revisión mes a mes. Pero, lo que según Sanz-Briz diferencia absolutamente a Affinalia es su contrato MINUS en telefonía fija. “Cobramos a nuestros clientes conforme a un método totalmente innovador en el mercado. Les facturamos lo que les hubiera cobrado ese mes el operador más beneficioso en cada caso de los seis principales existentes en España. Para hacer el cálculo, hemos indexado nuestros precios con los de Telefónica, Aló, British Telecom, Retevisión, Uni2 y Jazztel, y actualizamos continuamente los datos según estos operadores presentan nuevos planes y ofertas”. Este cálculo –que se realiza a posteriori; es decir, cuando el cliente ya ha realizado sus llamadas correspondientes al mes en cuestión– se refleja mensualmente en la factura al cliente, donde se muestra un gráfico indicador de lo que hubiera tenido que desembolsar con cada uno de ellos. “Sobre esa cantidad, además, aplicamos, en el caso de los clientes con mucho tráfico, una rebaja adicional que puede llegar a alcanzar un 5%”. Otra de los grandes atractivos de este contrato es, según Sanz-Briz, el que las facturas sean revisadas todos los meses por una auditoría independiente, Ernst & Young.
De esta forma, según argumenta el presidente de Affinalia, el usuario puede realmente beneficiarse de las ventajas de la liberalización del mercado y el aumento de la competencia, pese a lo que califica de “telecaos”, una situación donde el bombardeo publicitario, la multiplicidad de suministradores y los continuos cambios de planes y ofertas, convierten en una tarea demasiado compleja el determinar cuál es la opción que más le conviene. “Los clientes que trabajan con nosotros logran ahorros de entre un 20 y un 20% en sus gastos de telefonía”. En estos momentos, la compañía cuenta con unos 5.300 clientes, de los cuales un 80% son pymes, y el resto, particulares.


Operador móvil virtual
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Affinalia pretende hacerse con una de las licencias A2, que definen la figura del operador móvil virtual (OMV). El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha presentado ya el borrador al respecto y está recibiendo las propuestas sobre el mismo.
“Se tratará de licencias, no de autorizaciones. Todavía no se sabe si su número será limitado. Ahora mismo hay varios puntos críticos, aunque, en mi opinión, el principal es que la normativa, según el borrador, establece que el operador con licencia debe dar al OMV acceso directo y especial, pero siempre y cuando disponga de capacidad excedente en sus redes. El problema es que el OMV requiere hacer una inversión creando una cierta infraestructura básica de interconexión y de acceso. Evidentemente, no se puede acometer una inversión si no se está seguro de que luego se pueda ofrecer un servicio”.

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