Panda protege al usuario desde "la nube"
Panda ha desarrollado un nuevo modelo de seguridad denominado Inteligencia Colectiva que va a aplicar a todos sus productos y con el que espera conseguir en España un crecimiento para este ejercicio de un 14%.
La estrategia de Panda se centra en su nuevo modelo de seguridad denominado Inteligencia Colectiva que ha sido diseñado con objeto de atacar el malware 2.0. Para ello, según comenta Iñaki Urzay, CTO de Panda Security, “nos hemos centrado en el usuario y hemos focalizado el conocimiento en la nuble. Hemos tenido que hacerlo así porque las soluciones actuales, basadas en firmas, no son suficientes para luchar contra esas mafias organizadas de cibercriminales. Entre el 20 y el 30% de los usuarios que utilizan sistemas de seguridad están infestados por algún tipo de malware. Con este modelo, ofrecemos una mayor protección de la manera más eficaz pero con un menor consumo de ancho de banda”.
Se trata de un sistema online de gestión automática que fundamenta su operatividad en la utilización del conocimiento de la comunidad de usuarios, así como de lo que se recoge mediante otras fuentes de Panda, y de la correlación y entrega directa del conocimiento desde su propia infraestructura.
El modelo de Inteligencia Colectiva “se basa en observar, decidir y actuar”. Este sistema se encuentra alojado en una red de datacenters gestionada por los laboratorios de Panda que recoge y almacena de forma centralizada trazas de comportamiento de programas, rasgos de ficheros y nuevos ejemplares de malware procedentes de la comunidad. Tras esto, la información es analizada y clasificada automáticamente, y el conocimiento extraído es entregado a los usuarios en forma de servicios web o a través de actualizaciones del fichero de firmas. “Panda no ha eliminado los métodos tradicionales basados en firmas, lo que ha hecho es añadir un nuevo método al ya existente”, comenta Luis Corrons, director técnico de PandaLabs.
Con esta nueva metodología, Panda quiere diferenciarse de su competencia en la gran cuenta con servicios cada vez más personalizados, reforzar su posición en el mercado de la pyme, y desarrollar una oferta que aporte al usuario final la mayor detección con el menor consumo de recursos. Actualmente, de la facturación total de la compañía, el 40% es aportado por el mercado de consumo, mientras que el 15% es obtenido de la gran cuenta, y el otro 45% lo proporcionan las pequeñas y medianas empresas.
