Los países aspirantes a entrar en la UE deben acelerar sus procesos de liberalización de telecomunicaciones

Los trece nuevos países aspirantes a pertenecer a la Unión Europea tienen mucho camino que recorrer antes de alinear sus leyes de telecomunicaciones con las normativas de la UE, según ha revelado la Comisión en una serie de informes dados a conocer la semana pasada. Aunque no hay una fecha determinada para su entrada en la UE, el comisario Gunter Verheugen considera que los más avanzados de ellos podrían unirse a la Unión en el año 2003.



En marzo de 1998, la Unión abrió negociaciones formales con la República Checa, Chipre, Eslovenia, Estonia, Polonia y Hungría para su entrada en la UE. La semana pasada, la Comisión propuso iniciarlas también con otros seis países para el próximo mes de diciembre. Se trata de Malta, Eslovaquia, Letonia, Lituania, Rumania y Bulgaria. Turquía también está entre los candidatos, pero las negociaciones oficiales no pueden comenzar hasta que su gobierno haya cumplido los requisitos políticos de pertenencia a la Unión, incluyendo los referentes a la legislación y las minorías.

Incluso en países como Polonia, donde se han hecho importantes progresos con la adopción de las leyes necesarias, la implementación efectiva de las mismas aún está lejos, según la Comisión.

Aunque todos los países tienen una gran penetración de líneas de telecomunicaciones fijas y móviles, muchos están todavía en proceso de cambio de su legislación para dar entrada a la competencia. Además de hacer sus industrias de telecomunicaciones más competitivas, los aspirantes también deberán adoptar 25 directivas de la UE, entre ellas privatizar al menos parcialmente sus monopolios nacionales. Los aspirantes también tendrán que crear autoridades de regulación de telecomunicaciones independientes.

Para ser admitidos en la UE, los candidatos deben implementar todas las normativas europeas. Las negociaciones consisten esencialmente en determinar si el aspirante ha cumplido estos requisitos y, cuando sea necesario, acordar los períodos transitorios que le proporcionen un tiempo adicional para aplicar las normas tras su inclusión como miembro.

Chipre, por ejemplo, ha solicitado inicialmente un período de transición para la liberalización de sus telecomunicaciones, pero también ha anunciado que introducirá la libre competencia desde enero del 2003. Este país tiene una tasa de penetración de telecomunicaciones superior a la media europea, según la Comisión.

Durante los últimos dos años, la Comisión ha publicado informes anuales sobre los progresos de cada país en la implementación de las normativas de la Unión. El informe de 1999 revela progresos, pero también la existencia de diversos problemas. Bulgaria, por ejemplo, adoptó una nueva ley de telecomunicaciones en 1998, según la cual existe libre competencia en todos los servicios, excepto en la telefonía de voz y las líneas alquiladas, que serán liberalizadas en enero del 2003. Hungría también ha adoptado algunas regulaciones para alinear sus leyes con las normas europeas, y ha completado la privatización del operador Matav.

Por otra parte, Malta ni siquiera ha empezado el proceso de adopción de las normativas, aunque ha prometido abrir los servicios de telefonía de voz en enero del 2003 como máximo. Y en Eslovenia, el progreso hacia la liberalización aún es insuficiente, según la Comisión, especialmente debido a la vigencia del decreto de servicios públicos de telecomunicaciones, que amplía los derechos exclusivos del operador público, Telekom Slovenije, a la infraestructura de comunicaciones de datos y aplicaciones multimedia.


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