Las redes corporativas deben empezar a adaptarse al modelo de utility computing

Este año, como ya apuntaba en 2003, las cuestiones clave que afectarán a las redes corporativas serán más “filosóficas” que tecnológicas. Entre ellas, las que más trascendencia tendrán serán todas las relacionadas con la adaptación al modelo de networking que finalmente imponga la utility computing.



Pese a los muchos aspectos todavía oscuros con que se está imponiendo poco a poco el modelo de informática bajo demanda y de utility computing, es un hecho que a nadie está dejando indiferente la nueva Una nueva visión que afecta a todos los campos tecnológicos de las empresas, y muy especialmente a las redes. Por ello, durante este año los responsables del networking corporativa tendrán que dar respuesta a los muchos interrogantes que aún hoy plantea la on-demand/utility computing.

Las dudas que al respecto aún existen han sido concentradas por Frank Dzubeck, presidente de la consultora Communications Network Architects, en un artículo publicado recientemente por Network World (IDG Communications), en tres cuestiones clave e íntimamente relacionadas: ¿cómo afectará la utility computing y el concepto “bajo demanda” a la estrategia de networking corporativa?, ¿es posible externalizar las necesidades de networking de la empresa?, ¿hasta qué punto se puede depender con seguridad de la “autonomic technology”?

Dzubeck ve claro que, bajo un intenso marketing y un ruido mediático cada vez mayor, poco a poco la on-demand/utility computing irá siendo implementada a distintos niveles por empresas de todos los tamaños. Pero hacer que este concepto funcione de un modo estrechamente integrado entre la corporación y los suministradores, clientes y socios comerciales, exige que tanto los recursos informáticos y de almacenamiento como los de infraestructura de red de las organizaciones sean accesibles de forma transparente para los usuarios y las aplicaciones de negocio. Para ello, los tres segmentos tendrán que contar con ciertas capacidades inherentes, como asignación dinámica de recursos, virtualización, gestión de políticas de extremo a extremo, sincronización de los flujos de trabajo e interfaces software de Servicios Web estandarizados en XML.

Una cuestión fundamental para Dzubeck es saber dónde situar la inteligencia que haga de on-demand/utility computing una realidad en 2005. El analista cita al respecto un reciente documento de Cisco Systems, donde aparece como obvio que, en vez de promocionar la convergencia con el mundo informático, la divergencia puede ser una alternativa viable. Cisco y otras firmas de networking creen que la red debe ser independiente, altamente inteligente y albergar software de aplicación para hacer que las aplicaciones funcionen con calidad y de un modo seguro. ¿Una estrategia on-demand/utility computing requiere una red inteligente?

La cuestión de si externalizar o no la red está sobre el tapete el mundo de las TI desde hace muchos años, pero con el auge de on-demand/utility computing ganará cada vez más actualidad, vaticina el presidente de Communications Network Architects. En este nuevo entorno de computación, los recursos informáticos y de almacenamiento pueden tenerse en propiedad, externalizados o compartidos con los socios. Para la pymes, el outsourcing se convertirá en una forma económicamente efectiva de adoptar las TI, en parte en lo que respecta a la WAN y en algunos casos a la LAN. Gracias a la tecnología de redes privadas virtuales IP (IP VPN), las pymes no tienen necesidad de contar con experiencia interna en redes. Por ejemplo, IBM Global Services ofrece un outsourcing completo, bajo el modelo on-demand, que incluye accesos y conectividad de red.

En las grandes empresas, existirán entornos híbridos en los que la on-demand/utility computing serán tanto externalizada como llevada internamente, vaticina Dzubeck. Muchas corporaciones tienen hoy algún nivel de experiencia de networking externalizado, generalmente mediante contratos con operadores y proveedores de servicios de hospedaje de servidores de aplicaciones Web y de servicios de acceso remoto gestionados. Esta experiencia puede ser utilizada para determinar lo que supone la externalización de la red para una organización. ¿Un entorno on-demand/utility exige tener la red en propiedad?

Finalmente, según Frank Dzubeck, el auge de la on-demand/utility computing forzará a los responsables de TI a analizar hasta qué punto puede ser adoptada la tecnología autónoma (autonomic technology). En el mundo de la virtualización y la asignación dinámica de recursos, las decisiones deben ser tomadas y llevadas a cabo en tiempo real. La recuperación y corrección de fallos, y la configuración y asignación de recursos para cumplir los requerimientos de calidad de servicio y seguridad basados en políticas deben ser autónomos. Pero los técnicos nunca se han sentido cómodos dejando que los ordenadores se ocupen de los ordenadores. ¿La gestión corporativa permitirá que la autonomic technology tome decisiones críticas sin intervención humana?

Responder a todas estas cuestiones no es sencillo; requiere investigación y análisis interno y externo. Pero, Dzubeck concluye, con independencia de cuáles sean las respuestas, estas cuestiones deben ser solucionadas antes de establecer el escenario de implementación de la próxima generación de TI en 2005.


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