Garaia abre la primera sala de telepresencia pública de Euskadi
Tras dos años de uso privado, la sala de telepresencia del Polo de Innovación Garaia en Mondragón se pone al servicio de todas las empresas vascas por un precio que oscila entre 250 y 450 euros por sesión, según su duración y el número de intervinientes. La sala de Garaia se basa en la plataforma Cisco Telepresence.
En la inauguración del servicio se realizó una reunión virtual con vídeo de alta definición y audio de alta calidad entre Mondragón, Madrid, Londres y Sanghái, a la que también se unió sobre la marcha Barcelona para demostrar la sencillez y agilidad con que operan los sistemas de telepresencia de Cisco. La conexión se realizó a través de la red de Tata Communications y el servicio Intercompany Cisco Telepresence basado en la arquitectura Cisco Telepresence Exchange System.
El sistema Cisco Telepresence CTS-3000, instalado y administrado por Unitronics, permite la conexión con hasta 48 ubicaciones en la misma reunión, grabar la sesión en vídeo de alta calidad y la participación de sistemas de videoconferencia convencionales, así como compartir escritorios de PC remotos a través de WebEx. Se compone de tres pantallas de plasma de 65 pulgadas con una resolución de vídeo de 1080p y se integra con herramientas de colaboración de apoyo.
Durante la reunión Jesús Mansilla, director de Pequeñas y Medianas Empresas de Cisco, destacó los grandes ahorros de costes y de tiempo que se pueden conseguir con el uso de la telepresencia, que “pueden llegar al 30% de los gastos de viaje de las empresas, que, en el caso de España, se elevan a 13.000 millones de euros, la tercera mayor partida de gastos, después de recursos humanos e I+D. En ahorros de tiempos y ganancias de productividad, esa cifra se traduce para el 24% de los usuarios de telepresencia en entre dos y seis horas semanales y para el 8% en hasta siete horas, es decir, 52 semanas al año”.
Para José Antonio Montes, director comercial de la Zona Norte de Unitronics, además de estos ahorros la telepresencia ayuda a reducir las emisiones de carbono, y bajo el modelo de pago por uso permite a “las empresas centrarse exclusivamente en el negocio dejando en manos de terceros toda la preparación y el soporte de las sesiones”