Estados Unidos y la UE mantienen posturas enfrentadas en el reparto del espectro

Representantes de las 180 naciones miembros de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) se encuentran reunidos en Estambul en una conferencia que, con una duración prevista de un mes, pretende repartir las porciones del espectro de frecuencias de radio. Estados Unidos y la Unión Europea (UE) mantienen posturas enfrentadas en diversos asuntos clave, como es la designación de la expansión de ancho de banda necesaria para soportar servicios móviles de banda ancha de tercera generación.

La delegación de Estados Unidos en la World Radio Conference (WRC) de la UIT ha avisado que tendrá que defender el espectro requerido para las nuevas frecuencias civiles reservadas para evitar incursiones en el sistema Global Positioning System del sistema de navegación por satélite Galileo, ahora en sus primeras etapas de desarrollo en Estados Unidos. Los operadores del sistema de satélite móvil también desearían utilizar el mismo espectro para sus servicios inalámbricos globales.

Mientras que la Unión Europea y los suministradores de comunicaciones móviles de nuestro continente desearían llegar a una resolución sobre la asignación de nuevo espectro en el marco de esta conferencia, la delegación de Estados Unidos, según uno de sus miembros que ha pedido no ser identificado, preferiría estudiar con más tiempo -un año o incluso dos- el asunto y las propuestas de asignación.

La asociación Personal Communications Industry Association se ha mostrado propensa a alcanzar en el marco de la conferencia un acuerdo sobre las futuras divisiones del espectro radioeléctrico. Según sus portavoces, cualquier retraso iría en detrimento de la competitividad de Estados Unidos en el mercado de comunicaciones móviles de tercera generación. Estados Unidos y el resto del mundo podrían terminar funcionando sobre diferentes bandas y, como resultado, se repetiría la misma situación que hoy padecen los usuarios de teléfonos celulares, quienes, salvo raras excepciones, no pueden utilizar sus terminales cuando salen del país.

La batalla por el impalpable pero altamente valioso bien también incluye enfrentamientos dentro de la supuestamente unida delegación estadounidense. En concreto, existen posiciones divergentes sobre si la porción actualmente utilizada por los operadores inalámbricos de telecomunicaciones fijas en Estados Unidos, la banda de 2.500 MHz a 2.690 MHz, debería o no ser abierta a los usuarios móviles.

MCI WorldCom y Sprint han invertido millones de dólares en la obtención de licencias en esas bandas y sus planes contemplan realizar nuevas inversiones de similar importancia en la instalación de sistemas para operar en ellas.

Andrew Kreig, presidente de la Wireless Communications Association, que representa los intereses de los operadores de redes inalámbricas para servicios fijos, incluidos Sprint y MCI, ha manifestado su inclinación a preservar las bandas en cuestión para su uso actual, señalando que resulta extremadamente difícil que operaciones fijas y móviles compartan la misma banda en un mismo país.

El vicepresidente y director de investigación para los mercados móviles e inalámbricos de Gartner Group, Bob Egan, ha advertido que si la UE designa los 2.500-2690 MHz como banda para comunicaciones móviles e inalámbricas y Estados Unidos decide mantenerla exclusivamente para comunicaciones inalámbricas fijas, se elevarían los costes de los operadores estadounidenses de este último tipo de servicios ya que los fabricantes tendrían que desarrollar equipamiento específicamente adaptado para su mercado. Miembros de la delegación de Estados Unidos han declarado que no es previsible que ninguna de estas cuestiones sea resuelta hasta al menos la última semana de mayo.


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