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España crece en innovación, pero tendrá que invertir más para ser competitiva

Cotec ha dado a conocer los resultados de su "Informe 2007 sobre Tecnología e Innovación en España" en el que se pone de manifiesto la optima evolución que está teniendo el país. En 2005, el gasto total en I+D presentaba un crecimiento del 14% y una cifra de más de 10.000 millones de euros. Sin embargo, según se desprende del estudio, aún no es suficiente como para converger con la Europa de los 25.

España se presenta ante el futuro con una nueva perspectiva “con un gran optimismo. La situación actual nos permite jugar en otra división. Antes reclamábamos más científicos, más inversión hoy esto lo tenemos. Ahora no se trata tanto de poner como de verificar el rendimiento que se está obteniendo de lo que se ha invertido. Esta línea de mejora que ha adoptado nuestro país deberá intensificarse durante algunos años para que la tecnología llegue a ser una clara fuente de competitividad”. Con estas palabras resumía Juan Mulet Meliá, director general de Cotec, la situación tecnología por la que atraviesa España en estos momentos, y que es reflejo del estudio realizado por los expertos que han participado en el informe Cotec.
Fiel a su cita, Cotec ha presentado su “Informe 2007 sobre Tecnología e Innovación en España” en el que se recoge la evolución del país. El acto de presentación del informe fue presidido por S.M. el Rey y en el evento participaron la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la ministra de Educación y ciencia, Mercedes Cabrera, y el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos.
En su intervención, el presidente de Cotec, José Ángel Sánchez Asiaín, propuso un nuevo modelo de crecimiento del sistema español de innovación dirigido a maximizar el aprovechamiento de los esfuerzos ya realizados y de los que se realicen en el futuro. Cotec propone tomar como puntos de referencia para medir la evolución de la eficiencia del sistema de innovación el peso de los sectores generadores de alta tecnología, la productividad de los sectores tradicionales y el comercio internacional del país. Según Sánchez Asiaín, para conseguir estos objetivos es necesario que los agentes asuman nuevos papeles. Las empresas deberán dar señales al resto del sistema demandando tecnología, el sistema público de I+D deberá compartir sus intereses con los tecnológicos de las empresas, las Administraciones Públicas deberán incluir nuevos instrumentos para fomentar la innovación tecnológica (compra pública de tecnología, fomento de mercados innovadores, propiedad intelectual, etc.) y el sistema educativo deberá inculcar los valores y hábitos que hacen a una sociedad innovadora.

El gasto en I+D crece más que el PIB
El estudio pone de manifiesto que se mantiene el proceso de convergencia con un crecimiento del 14% del gasto total en I+D. En 1990, los gastos de I+D representaban el 0,85% del PIB español; en 2002 el 0,99% y en 2005 el 1,13%. Según se recoge en el Informe, en los últimos años se ha producido una aceleración del crecimiento del gasto total en I+D en España, especialmente desde 1997, año a partir del cual ha crecido con tasas muy superiores a las del PIB, mientras que en los cuatro grandes países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) estas tasas de crecimiento han sido sólo ligeramente superiores a las del PIB. Esto es debido al aumento tanto del gasto en I+D ejecutado en el sector público (0,35% del PIB en 1990 y 0,52% en 2005) como en las empresas (0,50% del PIB en 1990 y 0,61% en 2005).El gasto en I+D ha pasado de casi 9.000 millones de euros en 2004 a más de 10.000 millones de euros en 2005. De ese gasto, el 53,8% está ejecutado por las empresas, y en cuanto a la financiación, el 47,1% procede de las empresas, la misma cantidad de inversión pública y el resto del extranjero. Según Juan Mulet Meliá esta dinámica de crecimiento va a continuar. “La encuesta realizada a nuestro panel de expertos muestra una dinámica constante de crecimiento y todo parece indicar que la progresión observada en 2005 se va a mantener en 2006”.
También son optimistas, según el panel de expertos consultados por Cotec, la evolución y la capacidad del sistema español de innovación, principalmente debido al crecimiento en el gasto de I+D empresarial, que se mantiene por encima del 10%, y al potencial de los programas e instrumentos que están poniendo en marcha la Unión Europea y las Administraciones españolas. En 2005, las transferencia financieras de las Administraciones españolas y comunitarias para proyectos de investigación empresarial aumentaron en un 24%, superando los 1.000 millones de euros, cantidad que calificaba el director general de Cotec como “interesante por sus efectos de apalancamiento del gasto total de I+D de las empresas, que se elevó ese año a 5.500 millones de euros, un 12,5% más que en 2004”.

Hacia la convergencia con la UE-25
Pero aunque la situación es favorable Juan Mulet destaca que “aún no es suficiente como para converger con la Europa de los 25 y la OCDE, ni en materia de recursos dedicados a I+D ni en sus resultados. Hay que tomarlo con más seriedad”. Según la OCDE, en 2004 el esfuerzo total en I+D (gasto interno total en I+D en porcentaje del PIB) en España se situó en el 60% del valor de la UE de los 25 (1,06% frente a 1,77%), muy por debajo de la media de la OCDE (2,25%). En ese mismo año, Alemania registró un 2,5%, Francia un 2,14% y Reino Unido un 1,73%. Según la OCDE, en 2004 los gastos empresariales en porcentaje del gasto total en I+D en España se situaban en el 54,4%, frente al 63,1% de la UE-25 y al 68% de la OCDE.

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