El precio del ancho de banda subió un 30% a consecuencia de la quiebra de KPNQwest

Para las telecomunicaciones europeas ha sido un fin de semana de infarto. Cuando el viernes KPNQwest anunciaba que pediría la declaración de quiebra y que no aseguraba que su red paneuropea siguiera activa, ya se había puesto en marcha todo un plan de reubicación de sus clientes con otros operadores, en el que Iber-X, la bolsa española de telecomunicaciones, ha jugado un papel fundamental. Según fuentes de la compañía, la demanda de capacidad de otros operadores generada por los clientes de KPNQwest hizo subir el precio del ancho de banda en el mercado español en un 30%. Entre los más destacados clientes de la compañía en Europa se encuentran Dell, Hewlett-Packard, Cap Gemini y Nokia.


Además de facilitar el traspaso de los clientes de la joint venture de KPN y Qwest a otros operadores para asegurar el servicio durante los próximos días, Iber-X facilitó a la filial española dos enlaces de alrededor de 300 Mbps cada uno para asegurar fundamentalmente el tráfico internacional. Según los expertos, la situación creada a finales de la semana pasada “no tiene precedentes”, ya que nunca se había visto en peligro el servicio de un gran operador paneuropeo responsable de buena parte del tráfico IP del continente. Según algunas estimaciones, los 25.000 kilómetros de fibra óptica que forman la red paneuropea del operador se ocupaba hasta ahora de transportar alrededor del 30% del tráfico IP del continente.

A mediados de la semana pasada empezó a cundir la preocupación entre los operadores presentes en Europa cuando comenzaron a circular distintas informaciones que aseguraban que la joint venture podría “apagar” totalmente su red. La compañía se vio obligada a lanzar un primer comunicado en el que recomendaba a sus clientes europeos que pusieran en marcha planes de contingencia con otros proveedores por si se degradase la calidad de sus servicios de red. Pero un día después, el viernes pasado, KPNQwest dio un paso más allá, llegando a advertir que incluso se podría producir un “parón” total de su red EuroRings.

Según algunas fuentes, KPNQwest estuvo el miércoles a punto de protagonizar el que hubiera sido el primer cierre de una gran red internacional. De acuerdo con ciertas informaciones, la compañía dio ese día orden de proceder al “apagón” de todo el equipamiento de su centro de operaciones de Bruselas, pero los representantes de los trabajadores consiguieron retrasar la drástica medida al menos hasta el viernes.

Pese a que la situación de momento está controlada en España para al menos los próximos días, la mitad de la red de KPNQwest sufrió una importante caída el viernes, que afectó, según diversas fuentes, a los servicios de otros operadores, como BT y Cable & Wireless.

Ante la imposibilidad de vender activos no críticos de la compañía para conseguir liquidez, KPNQwest renunció el viernes a la moratoria de los pagos de que disponía hasta el 3 de septiembre, pidiendo la declaración de quiebra. También las subsidiarias del operador en el continente seguirán el mismo camino legal en sus respectivos países, salvo las de Europa Central, Portugal e Italia. Según algunos medios, la filial española también podría estar entre estas últimas, al menos temporalmente.

Los directivos de KPNQwest aseguraron recientemente a los empleados haber fracasado en la búsqueda de un comprador, pero fuentes internas reconocen haber recibido una oferta de AT&T para la adquisición de la compañía en su totalidad por 200 millones de dólares.

www.kpnqwest.com
www.kpnqwest.es

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