El éxito de las redes IP depende de su posterior gestión

Según un estudio realizado por Quocirca para CA, los responsables de TI demandan más recursos, más personal y herramientas más rápidas de acceso a la información sobre incidentes para conseguir una óptima gestión de las redes IP.

IP es el estándar de facto para las comunicaciones TI y está siendo ampliamente adoptado para otros tipos de comunicación. Para Reyes Martínez, consulting manager de CA, “el protocolo IP ha alcanzado la madurez suficiente para que las empresas lo tomen como estándar en la transmisión de datos, además de ser la vía para la conexión a Internet. Sin embargo, la convergencia de redes aún debe madurar y las soluciones para redes convergentes deben soportar esta transición”.
Las redes IP convergentes aportan unos importantes beneficios, ya que reducen los costes , tanto en el momento del despliegue como en su posterior gestión y mantenimiento. La implantación de su infraestructura es mucho más sencilla y unificada para todo lo que son las comunicaciones de voz y datos que otras soluciones, y la inversión se recupera en un corto periodo de tiempo.
En el estudio elaborado por la firma analista Quocirca, “Managing 21 Century Networks”, los 473 responsables de TI encuestados en Europa y Oriente Medio afirmaron que su red informática se basa en IP, y, la mayoría, están utilizando o piensan utilizar también redes IP para su telefonía interna y externa y para las comunicaciones de vídeo. En cuanto al tamaño de las empresas, del estudio se extrae que las que tienen entre 1.000 y 5.000 empleados están por delante de las grandes empresas en la adopción de redes IP. Esto se debe a que los negocios más pequeños tienen un menor lastre en inversiones heredadas, en lo que respecta a aplicaciones y tecnologías. Además, las políticas internas son más sencillas y el papel del responsable de TI y de comunicaciones es asumido por la misma persona.
Sin embargo, en la implantación de una red IP convergente no todo son ventajas, ya que según revela este estudio, el éxito de estas soluciones depende de la gestión que se realice a posteriori. Según los resultados obtenidos, las empresas dependen del protocolo de Internet (IP) para la mayoría de sus comunicaciones, pero no existe una conexión entre la importancia de las aplicaciones que funcionan bajo IP y la capacidad de los directores de TI para gestionar proactivamente las tecnologías clave de red, como son MPLS (Multi-Protocol Label Switching) y la voz sobre IP (VoIP). “Las ventajas que llevan a la adopción de IP como protocolo común para las redes de voz y datos son su facilidad de gestión, su solidez y el hecho de que es la base para Internet. Sus beneficios son muchos pero hay que admitir que es un desafío para el departamento de TI, puesto que un fallo en una red IP puede significar que la empresa se quede incomunicada, fuera del negocio temporalmente”, explica Reyes Martínez.
En el informe de Quocirca, los responsables encuestados revelan que carecen de los recursos y el personal adecuadamente formado que permita gestionar de forma proactiva cada vez más funcionalidades dentro de la red convergente, como VPN, telefonía interna o externa, redes inalámbricas o aplicaciones de video.
Otro de los problemas a los que se enfrentan los responsables de TI, según el estudio de Quocirca, es la lentitud a la hora de acceder a la información cuando se produce una incidencia. El 40% de los profesionales encuestados reconocen que su capacidad para gestionar voz sobre IP es inadecuada. “Entre los responsables de TI existe la percepción generalizada de que no les es posible acceder con rapidez a la información relacionada con los problemas de la red para averiguar su origen y a qué servicios TI o usuarios del negocio está afectando. Carecen de las herramientas que les permitan este acceso inmediato a la información básica para resolver los problemas, por lo que no pueden frenar el impacto que tienen en los servicios TI y por supuesto en el negocio”, comenta la consulting manager de CA. Esta falta de rapidez de acceso a la información hace que las empresas sean más vulnerables ya que un fallo en la red IP podría provocar una caida total en las comunicaciones.
Esta vulnerabilidad es extensible a las amenazas externas que puede sufrir la estructura de comunicaciones cuando surgen problemas. Las soluciones tradicionales de seguridad optaban por acometer las problemáticas de la protección de la red sectorialmente, abordando cada amenaza de forma independiente con cortafuegos, IPS, antivirus, antispam y antispyware. Y, aunque estas herramientas han ido evolucionando con el mercado, por separado no pueden combatir ataques sofisticados. Para R. Martínez, lo que precisan las empresas es “una visión global de los distintos elementos de seguridad y ofrecer gestión de auditoria integrada (SIM- Security Information Mangement) con la que detectar cualquier incidencia en tiempo real, determinar el alcance y las contramedidas a aplicar para contener el ataque”.

Una metodología adecuada
Según el informe, las causas de esta situación hay que buscarlas en la presión que se ejerce sobre los departamentos de TI para gestionar las redes y dar soporte a todas las comunicaciones de la empresa. Pero “las buenas noticias –continúa Reyes Martínez– son que estas carencias pueden resolverse con la tecnología de gestión adecuada. Una buena gestión de las redes basadas en IP es una de las tareas más críticas asignadas a los departamentos de comunicaciones y TI, a los que deberán dotarse de soluciones que automaticen los procesos que se hacen de forma manual, o no se hacen, y liberar al personal para realizar otras tareas de carácter más estratégico. La premisa para gestionar una red convergente es una gestión sana y eficiente de la red IP de datos, que permita extender y aplicar las mismas técnicas a la red convergente, y ofrezca mayor capacidad y calidad en el momento de la migración”.
Elegir las herramientas apropiadas para gestionar estas redes es una decisión crítica para los directores de TI si quieren garantizar que su red esté disponible, sea segura y, a la vez, proporcione un alto rendimiento. Hay que contar con soluciones que mantengan la conexión entre el negocio y los clientes externos e internos. Deben aportar características de gestión proactiva y soporte tanto a redes IP como a tecnologías heredadas, deben ayudar a garantizar el rendimiento de las redes de voz antes, durante y después de la migración a VoIP.
Una gestión completa de las redes IP debe abarcar todos los niveles de su infraestructura de forma integrada. En el nivel más básico de la red IP de datos se gestionarán los routers y switches, LAN, WAN, ATM, Frame Relay; en el siguiente se gestionará la VoIP o la calidad del servicio; y en los niveles superiores el uso del ancho de banda de las aplicaciones y el detalle de las propias aplicaciones.

La solución pasa por MSP
Esta situación está haciendo que muchas organizaciones estén optando por contar con proveedores de servicios gestionados (MSP) para que les ayuden.
El 88% de las compañías encuestadas ya utilizan o piensan utilizar MSP para garantizar la seguridad de la red, superar las carencias en las capacidades de gestión, obtener mayor rapidez en el momento de obtener información de los problemas acaecidos y el mantenimiento de los acuerdo de nivel de servicio comprometidos con el negocio. “Considerando la dificultad que entraña gestionar una red con miles de dispositivos, no es sorprendente que las empresas vuelvan su mirada hacia proveedores de servicios en busca de ayuda. Las áreas donde las compañías suelen utilizar más los servicios gestionados son las de seguridad de red, MPLS y VPN”, comenta la consulting manager de CA.


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