Comienza la desconexión de la red Ebone de KPNQwest
Tras rechazarse el pasado viernes una oferta por el global de la infraestructura, con casi total seguridad, la red de la operadora KPNQwest, en situación de quiebra, será vendida por segmento; algo que no beneficiará ni a sus clientes ni a sus acreedores. En respuesta, los propios empleados que mantenían en funcionamiento la red Ebone, han cumplido sus amenazas: la red está siendo desconectada.
"La red está siendo desconectada" ha declarado Graham Kinsey ingeniero de Ebone. "No había ninguna otra posibilidad de acuerdo sobre la mesa". Tras diversas advertencias, los trabajadores de KPNQwest que aún mantenían la infraestructura de fibra óptica Ebone, parte de la red del proveedor paneuropeo, decidían ayer cumplir sus amenazas, tras ver cómo se veía frustrada su última esperanza de continuidad.
De producirse, la venta de la red de KPNQwest por segmentos, supondrá un problema para los clientes de los servicios internacionales de la compañía que aún no han migrado sus comunicaciones a algún otro operador, como la propia afectada ha recomendado, dado que dejarán de contar con un único proveedor de extremo a extremo. Además, el valor de cada tramo, al no formar parte de un todo, se verá mermado, debido a que automáticamente el tendido se convierte en fibra oscura, sin negocio alguno a ella asociado. Así pues, los síndicos obtendrán una menor cantidad por la venta que si se hubiera llegado a un acuerdo global.
La oferta rechazada provino de un grupo de inversión holandés poro conocido, Trimoteur Holding, y ascendía a 60 millones de euros, más un fondo de 140 millones de euros para negociar con los acreedores. Los responsables del grupo aseguraban contar con el apoyo tanto de la dirección como de los empleados de KPNQwest, por lo que han declarado no poder explicar los motivos del rechazo.
No obstante, se ha sugerido que quizá existan motivos ocultos gestados en una situación de intereses cruzados en los bancos con los que la operadora ha contraído sus cuantiosas deudas. “Quizá la continuidad con éxito de KPNQwest podría reducir la rentabilidad de otros agentes en el mercado”.
www.kpnqwest.com
La oferta rechazada provino de un grupo de inversión holandés poro conocido, Trimoteur Holding, y ascendía a 60 millones de euros, más un fondo de 140 millones de euros para negociar con los acreedores. Los responsables del grupo aseguraban contar con el apoyo tanto de la dirección como de los empleados de KPNQwest, por lo que han declarado no poder explicar los motivos del rechazo.
No obstante, se ha sugerido que quizá existan motivos ocultos gestados en una situación de intereses cruzados en los bancos con los que la operadora ha contraído sus cuantiosas deudas. “Quizá la continuidad con éxito de KPNQwest podría reducir la rentabilidad de otros agentes en el mercado”.
www.kpnqwest.com
