Análisis: AT&T Broadband a precio de rebaja

Cuando AT&T anunció el pasado mes de octubre su decisión de dividirse en cuatro compañías, gran parte del sector del cable comenzó a frotarse las manos. El gigante del cable norteamericano comenzaría a funcionar en diferentes compañías independientes, y si continuaba con sus políticas de gestión poco acertadas, terminarían siendo adquiridas a precio de rebaja.

Brian Roberts, presidente de Comcast, fue uno de los primeros en ponerle cara al asunto, sin disimular su interés. "En octubre AT&T comunicó su separación en cuatro compañías y vimos que la decisión significaba que el cable ya no era un negocio estratégico para ellos. Ante esto, nos acercamos para proponerles una alternativa de compra válida".

Pero cuando AT&T cortó sus negociaciones y aceleró el proceso para transformar su división de cable como una unidad independiente, Comcast insistió públicamente en reafirmar su propuesta, aunque no hubiera convencido a AT&T.

AT&T y el resto de la industria del cable han avanzado en direcciones diferentes. Mientras que gran parte del sector ha aumentado sus márgenes de ganancia, la situación de AT&T no ha sido de lo más brillante. Muchos analistas no encuentran demasiados argumentos para explicar porqué la compañía pudo arruinar un negocio en el que tenía todas las de ganar. En 1997 la compañía sabía que si hacía una fuerte inversión podía ofrecer servicio telefónico, Internet y televisión digital. Pero el concepto de convergencia, que estimuló el desarrollo de la industria en ese momento, fue un causante de la destrucción de AT&T Broadband. Desde que la compañía comenzó su política de adquisición de operadores de cable de TCI y Media One, su situación financiera se transformó en una de las más precarias del sector.

Una de las soluciones, para algunos bastante obvia, que proponía Comcast era la retirada del negocio de telefonía local, que registraba una pérdida tras otras sin posibilidad de reponerse. Desde la visión Brian Roberts, Comcast podía mejorar sus márgenes a partir de centrase en operaciones más eficientes.

Resulta claro que la situación de AT&T Broadband es por demás problemática y que existen soluciones para sacarla adelantre. Lo que aún no puede vislumbrarse es si Comcast es el más adecuado para hacerlo.


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