Operadoras

Se acelera la consolidación del mercado de telecomunicaciones

La oferta de compra de Jazztel por parte de Orange representa el último movimiento hacia la deseada consolidación del mercado español y europeo de telecomunicaciones. Los operadores se ven forzados a fusionarse para sobrevivir en un entorno fragmentado con una demanda deprimida.

BYPD_Citrix

Todos los agentes del mercado europeo de telecomunicaciones están de acuerdo. La consolidación del sector es inevitable por razones fundamentalmente conómicas pero que además tienen un marcado tinte político. Bajo el liderazgo de la vicepresidente de la Comisión Europea, Neelie Kroes, Bruselas está intentando fomentar la consolidación del sector como uno de los motores para ganar competitividad  en un mercado verdaderamente único. Como Kroes repite en cuanto tiene ocasión, un mercado más integrado también es más eficiente, ya que impulsa la facturación de los operadores, las inversiones en las redes de nueva generación y en definitiva la competitividad global de la UE.

 

Los propios operadores respaldan este empeño político conscientes de que la enorme fragmentación del mercado europeo impide la creación de economías de escala, incrementa los costes y dificulta ganar cuota. Competir en estas circunstancias con los gigantes estadounidenses y asiáticos, con mercados naturales homogéneos y con cientos de millones de clientes potenciales, no es sencillo, máxime tras varios años de dificultades económicas, con ingresos en recesión y una demanda en apuros.

 

 

La regulación puede ayudar definitivamente a conseguir un mercado europeo más unificado, pero la industria, que, al margen del contexto normativo muchas veces tiene sus propias dinámicas, ha de apostar con audacia por acelerar la ola de consolidación iniciada en los últimos años. De hecho, como constata IDATE en su estudio "Telco consolidation in Europe", tal aceleración ya se está produciendo desde finales de 2012, impulsada por todas las ineficiencias del escenario descrito.

 

Convergencia fijo-móvil

La convergencia fijo-móvil y la compartición de infraestructuras son otros dos factores que para IDATE empujan a la consolidación, pese a algunas barreras que al mismo tiempo la ralentizan, como las normativas antitrust, el temor de los gobiernos a perder una parte de la contribución tributaria de los operadores y el miedo a destruir valor a los accionistas. No obstante, las últimas grandes fusiones llevadas a cabo en Europa, como las de Hutchison y O2 en Irlanda, 02 y E Plus en Alemania o Vodafone y Ono en España, reflejan la urgente necesidad de reestructuración de una industria en serias dificultades financieras. 

 

IDATE anticipa una consolidación creciente en los mercados del continente, en un primer momento mediante integraciones a nivel nacional y finalmente a escala europea. Las fusiones a nivel nacional –de las que en España la reciente compra de Ono por Vodafone es hasta ahora el mayor ejemplo- tendrán probablemente más prioridad para los operadores, toda vez que les permite conseguir beneficios y ventajas más rápida y fácilmente que con las operaciones multinacionales. En consecuencia, los operadores primero buscarán conseguir las ganancias de la consolidación nacional antes de dar pasos más ambiciosos hacia la concentración a escala paneuropea. 

 

Éxito del ‘cuatro play’

La importancia creciente de los servicios de TV para las familias y –coincidiendo con IDATE- la convergencia de ofertas fijo-móvil para las empresas son para IDC dos de los verdaderos motores hacia la consolidación del sector.  Según la consultora, en el mercado de consumo la TV se ha convertido en el centro de gravedad de las ofertas de los proveedores de servicios de telecomunicaciones para las familias, ya que, al menos potencialmente, aportan una diferenciación competitiva incluso más importante que la voz y la banda ancha.

 

Es más, una parte creciente del mercado de banda ancha de consumo está buscando paquetes de servicios en los que la TV sea un componente clave. En particular, los paquetes ‘cuatro play’ están despertando un gran interés en algunos mercados europeos, y en ninguno tanto como en España, donde Telefónica consiguió alrededor de un millón de clientes con sus ofertas multiservicio Fusión en el año siguiente a su lanzamiento a finales de 2012.

 

 

En el mercado de empresas las cosas son diferentes. En este segmento la necesidad de reducir costes es constante. Como resultado, asegura IDC, las empresas están interesadas en ahorrar dinero poniendo sus servicios de telecomunicaciones fijos y móviles en manos de un solo proveedor. Esta presión económica se produce además justo cuando comienza a despertar realmente la demanda de servicios de comunicaciones avanzadas como las de videoconferencia y colaboración. Esta demanda está siendo impulsada por la cada vez menos diferencias en precios de los servicios fijos y móviles, y por la creciente sofisticación y fácil integración de la nueva generación de servicios de comunicaciones unificadas.

 

 

En parte como resultado de este movimiento hacia la combinación de fijo y móvil, el mercado de cable europeo está viendo una gran actividad en compras y fusiones últimamente. Otro factor que está impulsando esta tendencia es la decisión del operador de cable estadounidense Liberty Global de extender sus intereses por Europa. El acuerdo de Vodafone con Ono es una de las últimas de la serie reciente de fusiones que tienen como objeto a operadores de cable, como las de Vodafone y Cable & Wireless, Liberty Global y Virgin Media, Vodafone y Kabel Deutschland, Liberty Global y Ziggo, y recientemente la de Numericable y SFR. Y el mercado no muestra señales de enfriamiento; al contrario, se esperan más transacciones de este tipo.

 

‘Ecuación de valor’

Teniendo en cuenta las fuerzas que mueven la ola de consolidación del sector europeo, los 7.200 millones de euros que Vodafone pagará por Ono cobran sentido. Francisco Román, presidente de Vodafone España, lo tiene claro. Muy poco después del anuncio de la operación, Román aseguraba que  “la adquisición supone un hito en la historia de la compañía y en la del sector de las telecomunicaciones en España que responde a nuestra estrategia de apostar por las comunicaciones unificadas en un mercado altamente convergente y con un gran atractivo, ya que Ono cuenta con una de las mejores redes de cable de Europa, un gran futuro y unos conocimientos extraordinarios”.  En números, las intenciones de Vodafone se entienden perfectamente: la transacción generará más de 2.000 millones de euros en sinergias de costes y capex, y más de 1.000 millones en sinergias de ingresos.

 

La operación ha sido valorada por Luis Maldonado, managing director de CMT de Accenture, como “el arranque de un proceso de consolidación que permita afrontar los desafíos de mercado hoy existentes. La bajada continuada de ingresos y de la rentabilidad, la fragmentación del mercado y los nuevos paquetes convergentes fijo-móvil, que permiten a los clientes optimizar aún más su gasto en telecomunicaciones, están detrás de este proceso de concentración que debe dar lugar a un menor número de actores, con mayor volumen crítico y con unas capacidades más balanceadas de cara a la convergencia".

 

Para Maldonado, la adquisición de Ono supone para Vodafone una buena oportunidad de atajar con rapidez y eficiencia el reto de competir con Telefónica en ofertas que combinen los servicios móviles con los fijos. “Se trata de una operación con una clara ecuación de valor dada la complementariedad de las ofertas e infraestructuras de ambas compañías, las sinergias tanto en operaciones como en inversiones futuras y el potencial que ofrece para acelerar el crecimiento”.

 

Y la consolidación continúa.  Los 3.300 millones de euros que  Orange acaba de ofrecer por el cien por cien de Jazztel representa el último movimiento de concentración del mercado en nuestro país. Según Orange, la comapañía gala llevaba nuchos meses preparando la operación como una vía para reforzar su posición en el nuevo escenario creado por la compra de Ono por Vodafone y para completar su oferta con el suministro de servicios de telecomunicaciones fijas. Con unas sinergias totales de 1.300 millones de euros, la recompensa, de acuerdo con las estimaciones de la propia compañía, será convertirse “en el segundo operador de España en banda ancha fija y en uno de los más dinámicos en el móvil, acelerando la migración de sus clientes hacia ofertas convergentes”. 

 



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