Apuesta por la flexibilidad

WLAN de DiamondCluster International

Con un 90% de terminales portátiles, DiamondCluster ha apostado claramente por las tecnologías inalámbricas como complemento de su LAN Gigabit Ethernet; en concreto, por la propuesta de 3Com. En Barcelona, la firma actualmente está introduciendo soluciones de encriptación y compresión para garantizar la seguridad de su red.

DiamondCluster International, firma de consultoría especializada en el desarrollo e implementación de estrategias de crecimiento, operaciones de mejora y capitalización de tecnología, ha emprendido un ambicioso proyecto para la modernización de su red de comunicaciones de datos. La iniciativa ha supuesto la migración de una infraestructura de 10 Mbps a otra de 100 en planta y 1000 Mbps en la troncal, además de complementar la red cableada mediante una plataforma de comunicaciones de área local inalámbrica (WLAN).
Presente, además de en España, también en Francia, Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos y Brasil, la utilización de tecnologías de red de área local inalámbrica constituye un común denominador de todas las oficinas de DiamondCluster. “La ventaja más destacable de este tipo de conectividad es la flexibilidad que aporta a las conexiones de los usuarios. Por ejemplo, una persona que se desplace por el edificio o viaje de una oficina a otra, lo que es muy frecuente, puede utilizar su dispositivo portátil en cualquiera de ellas”, señala Xavier Álvarez, coordinador de Centros de IT de la compañía.
Esta flexibilidad puede constituir un argumento de peso suficiente para convencer a muchas empresas de la conveniencia de introducir conectividad inalámbrica, pero en el caso de DiamondCluster resultaba demoledor. “El proyecto wireless es algo estrechamente relacionado con la forma en que trabajamos. El 90% de nuestro parque informático lo componen ordenadores portátiles, y ¿de qué sirve un portátil si se ha de renunciar a su portabilidad por la necesidad de `atarlo´ a la red?”.

802.11b y Bluetooth
El proyecto de instalación de redes inalámbricas en Barcelona, sede de la compañía para Europa y Latinoamérica, se inició hace dos años. Desde un principio nos decidimos por 3Com, dado que ya era nuestro suministrador de la electrónica de red para la LAN cableada y fue uno de los primeros fabricantes en disponer de una oferta para redes inalámbricas. La relación calidad/precio, así como la sencillez de instalación e implementación de sus productos y la disponibilidad de su oferta en todos los países donde la compañía cuenta con oficinas, fueron también factores que jugaron a favor de este fabricante.
Además, señala Álvarez, hay una característica en sus puntos de accesos que “resulta especialmente atractiva si se comparan con la oferta de la competencia: se trata de la opción de utilizar “Power Over Ethernet”, una función que permite alimentar el concentrador inalámbrico a través del cable de Ethernet, evitando así la necesidad de su instalación junto al adaptador de corriente. Es algo que 3Com incluye en su paquete y que otros fabricantes comienzan ahora a ofrecer, pero como una opción aparte”.
La norma en que se basa la tecnología de las redes inalámbricas de DiamondCluster es el estándar 802.11b, capaz de proporcionar hasta 11 Mbps. “Como ahora empieza a estar disponible 802.11a, que proporciona una mayor velocidad –54 Mbps- , cuando el producto esté un poco más definido es posible que nos planteemos la migración. En cualquier caso, la compatibilidad con el protocolo 11a será un requisito imprescindible para que esa migración se produzca”.
El compromiso de DiamondCluster con las tecnologías inalámbricas va incluso más allá de las plataformas WLAN. También ha considerado interesante la introducción de Bluetooth tanto para teléfonos móviles como dispositivos PDA y ordenadores. “Sin embargo, su aplicación es muy específica. Hemos hecho pruebas y está disponible en el teléfono móvil que se conecta al ordenador, aunque relacionar ordenadores entre sí mediante Bluetooth no tendría sentido porque son mucho mejores las posibilidades proporcionadas por la WLAN. Cada una de estas tecnologías tiene su propio lugar en la empresa”.
Tal y como indica Álvarez, las tecnologías Bluetooth y WLAN Wi-Fi (802.11b) resultan complementarias como base para la configuración de una gama variada de opciones de conectividad universal para portátiles. Bluetooth constituye una propuesta adecuada cuando se trata de realizar intercambios rápidos y puntuales de información con bajo ancho de banda. Su diseño responde al objetivo de dotar a los dispositivos de pequeño tamaño, como puedan ser ordenadores portátiles, teléfonos móviles o PDA, completar transferencias de datos de poco volumen con un bajo gasto de energía.

Un despliegue progresivo
El proceso de instalación de la WLAN fue paulatino, dado que las necesidades de comunicación básicas quedaban ya cubiertas por la red cableada. Se inició con el despliegue de los puntos de acceso en zonas comunes, donde los usuarios variaban según el momento, como la sala de reuniones “donde a veces se congregan grupos de trabajo unidos por un período de tiempo limitado a un determinado proyecto”.
Una vez disponibles las conexiones de LAN inalámbrica (WLAN) en estas áreas, se fueron añadiendo concentradores en función de las necesidades. En esta segunda fase se logró que cualquier usuario pueda moverse por la oficina sin perder la conexión en ningún momento. “La cobertura de los concentradores sin hilos puede llegar a los 100 metros en espacio abierto, es decir, sin paredes; las que tenemos en la oficina son de cristal o de madera, de modo que reducen muy poco la señal; podríamos estar hablando en estos casos de 70 metros de cobertura”.
La sede de Barcelona consta de cuatro plantas, todas ellas con cobertura gracias a una decena de hubs adecuadamente distribuidos. “Buscamos localizar los concentradores de forma que entre ellos pudiera producirse el menor número de conflictos posible. Si estás conectando entre dos hubs con una tarjeta, el ordenador no sabría con cuál de ellos trabajar. De hecho, el rendimiento del ordenador bajaría pues trabajaría alternativamente con uno y otro, cambiando continuamente de punto de acceso”. Para evitar este peligro, se decidió que los concentradores que pudieran `verse´ entre sí utilizaran diferentes canales.
Cada hub inalámbrico admite hasta un máximo de 64 usuarios “aunque alcanzar este máximo penaliza el rendimiento: por ejemplo, si en toda la planta se diera cobertura con un único hub no se dispondría de una velocidad de 11 Mbps, sino de 5 o 2 Mbps. Lo ideal es que no existan más de 30 usuarios por concentrador”.

Encriptación y compresión
Uno de los principales retos tecnológicos a los que actualmente se enfrenta la firma, y que constituye la tercera fase de su proyecto WLAN, es el aumento de la seguridad de su red. Aunque la seguridad es un aspecto fundamental en cualquier entorno de comunicación de datos, lo es más aún en una infraestructura inalámbrica, dado que la vulnerabilidad de la información aumenta. “El hecho de que alguien pueda acceder a nuestra red inalámbrica desde, por ejemplo, el e

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