Hardware

(Opinión) ¿Es IP otra burbuja?

Los futuros unívocos son raros en número y naturaleza. En la última reunión del Observatorio de las Telecomunicaciones que organiza periódicamente el diario Expansión diversos expertos coincidieron en que IP no es para tanto, tan sólo "otra tecnología más dentro del laberinto de siglas que han creado los operadores". Y no son los únicos. Habrá que irse acostumbrando a ver a IP, tras una cura de humildad, descender de los cielos en los que un día fabricantes, operadores, analistas y medios le pusimos, para compartir su futuro, en la tierra común de los mortales, con un amplio y cambiante puñado de tecnologías, protocolos y estándares.


Pero el marketing es insistente; a veces, demasiado. Hace unos números, en un detallado reportaje sobre el estado actual y las tendencias que rigen hoy Frame Relay, un responsable de un conocido operador le daba por muerta a mayor gloria de IP, cuando en la página siguiente se detallaba un buen número de iniciativas en desarrollo en el seno de Frame Relay Forum para actualizarla y ampliar su campo de acción. Lo cierto es que Frame Relay es, pese a quien pese, una lustrosa realidad con aún muchos años por delante. Un ejemplo: es cierto que las redes privadas virtuales (VPN) llegarán pronto a ser mayoritariamente IP, pero no sólo IP; son numerosas y lo seguirán siendo mucho tiempo aún las implementaciones de IP VPN sobre Frame Relay, ese viejo –no tan viejo, en realidad- conocido.

Y cuando se analiza la situación actual y las estimaciones de evolución de la voz sobre IP (VoIP) y, por proyección, la convergencia de todos los tráficos en IP, siempre es una cuestión, cifras aparte, de si el vaso está medio lleno o medio vacío.

Donde el marketing sí se ha ido adaptando a la realidad ha sido en ir descubriendo nuevas ventajas para IP. Si antes se insistía fundamentalmente en los costes como el principal beneficio de converger en IP, ahora ya se habla de otras añadidas, pues no siempre se garantizan mejores costes. A fin de cuentas, el coste de la red sólo representa una pequeña parte del coste total del servicio, tan pequeña que algunos la cifran en torno al 20% .

Todo esto demuestra no tanto el fracaso de las altas expectativas generadas alrededor de IP, que ciertamente es una realidad creciente, sino más bien el de los que apostaron –y aún apuestan- por un futuro “todo IP”. Esto ni se atiene a la propia lógica del mercado, donde sacar el máximo partido a las múltiples realidades existentes (máxime si ya se ha invertido en ellas) debe ser un principio básico de funcionamiento y de supervivencia, ni a la propia lógica de la tecnología, donde eso del “fin de la historia” suena más a broma que en ningún otro entorno.

Como en tantos otros campos, también en el “todo IP” se han puesto demasiadas expectativas, creando quizá una nueva burbuja. Existen y existirán infraestructuras de este tipo, pero no será el único paisaje del futuro. Muchos expertos han coincido en identificar a IP como la piedra clave de la convergencia –como antes lo hicieron con ATM-, pero tampoco han faltado -aunque han hecho menos ruido-, quienes no tenían tan claro que IP, una tecnología creada hace 35 años con fines más modestos, se convierta en el único elemento que, finalmente, haga posible la convergencia. Es como interfaz de red y como base de las nuevas aplicaciones donde para el usuario IP tiene todas las bazas de llegar a ser algún día prácticamente ubicuo y universal, pero como infraestructura de transporte, sobre todo en las redes de los operadores, su coexistencia con muchas otras alternativas será larga, cuando no eterna.

Habrá quien vea en este pequeño análisis un sesgo pro Telefónica por cuanto el operador dominante en España, como todos los dominantes en cada mercado, al partir con unas infraestructuras ya instaladas a las que ha de sacar el mayor partido durante el mayor tiempo posible, no tendría que estar interesado en un rápido triunfo de IP como alternativa única. Son, claro, los entrantes, y aún más los entrantes de nueva creación, los que mayoritariamente, al partir de cero, se han decantado por las redes sólo IP. Pero es que esto es así y es lógico que así sea. Que cada cual maneje sus planes de inversiones y de desarrollo de acuerdo al plan de negocio más adecuado para sus circunstancias.

Para acabar volviendo al principio, sentimos no coincidir con el titular del citado reportaje de Expansión. No es tanto que “El gran fracaso de los operadores es haber creado un laberinto de inventos tecnológicos” como que dicho gran fracaso ha sido, y está siendo, haber intentado explicar ese laberinto –inevitable y creciente - a quienes no debían. Los usuarios finales, los directores generales y los directores financieros son una cosa; los directivos y profesionales de TIC, otra. Y como algunos no quieren ver la diferencia, así nos va.



Contenido Patrocinado

Forma parte de nuestra comunidad

 

¿Te interesan nuestras conferencias?

 

 
Cobertura de nuestros encuentros
 
 
 
 
Lee aquí nuestra revista de canal

DealerWorld Digital