Eliminar las barreras tecnológicas, objetivo del Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad
El Inteco (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación) con sede en León acogerá próximamente el Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad. Una iniciativa pendiente aún de muchos flecos y en el que participan tanto organismos empresariales como gubernamentales.
Aunque aún se está elaborando un Real Decreto sobre acceso a las nuevas tecnologías por el que se atribuirá al Inteco la responsabilidad de la homologación de las tecnologías accesibles y que determinará la inversión inicial con la que contará este nuevo organismo, el centro nace con el apoyo de dos Ministerios, el de Trabajo y Asuntos Sociales (a través de su Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad) y de Industria, Turismo y Comercio (a través de su Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información), así como de las empresas Dragados, El Corte Inglés, Fundación Once, Philips, Telefónica y Vodafone.
El reto no es sólo eliminar las actuales barreras tecnológicas con las que se encuentran las personas con algún tipo de discapacidad (se calcula que en España son el 10% de la población; es decir, más de cuatro millones de personas) sino que, en el futuro, se desarrollen productos sin estas barreras porque, tal y como destaca la secretaria de estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcárcel, “si desde el principio los productos son accesibles y útiles, se ahorran posteriores reformas”.
Más concretamente, Félix Barrios, gerente de programas de Inteco, explicaba que este organismo apuesta por la autorregulación del mercado y por el establecimiento de estándares “para consensuar con todos los fabricantes las medidas y normas de accesibilidad” que, posteriormente, sean homologadas por este centro.
Igualmente, todos los implicados en este proyecto aseguran que, además de esta componente social para permitir que todas las personas puedan disfrutar de los avances tecnológicos, se encuentra incluso una vertiente de negocio. Como decíamos anteriormente, se calcula que el 10% de la población española sufre algún tipo de discapacidad a lo que Ros añadía todas las personas mayores que también tienen dificultades para acceder a la tecnología. Una importante base de clientes, según los implicados en este centro.