El 87% de los directivos españoles considera la formación un gasto
La formación de los empleados y directivos de las empresas españolas deja mucho que desear y la mayoría considera que necesita más. Mientras los empleados infrautilizan las herramientas tecnológicas en su trabajo diario y no conocen tan bien como creen las herramientas de ofimática básica, el correo electrónico y la mensajería instantánea, sólo el 13% de los directivos considera la formación como una inversión.
Según las conclusiones extraídas de un estudio elaborado por Audalat a partir de un muestreo telefónico a 100 directivos y un cuestionario a 800 de sus alumnos, la falta de concienciación de las empresas en lo que a formación se refiere lleva a que el 87% de los directivos la considere un gasto y no una inversión. Sin embargo, cuanto más grande es una compañía mejor valoran sus directivos el impacto de las TIC en aspectos de productividad, competitividad y beneficios. Por el contrario, las empresas pequeñas no tienen en cuenta las TIC como un factor determinante a la hora de aumentar su competitividad o sus beneficios, ya que “no perciben las tecnologías como un valor estratégico para el éxito de su negocio”, asegura Joseph Capell, director general de Audalat.
El conocimiento de las herramientas de ofimáticas básica –hoja de cálculo y programas de presentaciones y procesadores de texto-, mensajería instantánea y correo electrónico por parte de los empleados españoles es inferior a lo que ellos mismos creen. De hecho,
más del 70% es consciente de necesitar más formación. Este porcentaje disminuye conforme aumenta el cargo que se ocupa dentro de la empresa. En lo que a conocimientos de ofimática se refiere, los mandos intermedios y el personal técnico son los únicos que utilizan apropiadamente el potencial de estas herramientas.
En opinión de Capell, el futuro de las empresas españolas no es muy alentador “sin políticas orientadas a la inversión en tecnologías y en formación para el correcto uso de estas herramientas”.
