(Análisis) Microsoft ante el nuevo año

Erosionada por la larga espera de las nuevas versiones de Windows y Office, 2006 no ha sido un año demasiado bueno para Microsoft, teniendo en cuenta que se trata de una compañía con ingresos por valor de 44.000 millones de dólares. Pero la llegada de 2007, con las nuevas reencarnaciones de sus dos vacas lecheras y las múltiples actualizaciones de productos, especialmente Longhorn Server, podría abrir para Microsoft el camino hacia el éxito durante los próximos doce meses, siempre que sepa dar respuesta a los nuevos retos a los que se enfrenta en cuestiones como la interoperatividad multimarca y de servicios.


A continuación se exponen cinco de esos retos a los que la compañía tendrá que dar respuesta si quiere mantenerse en la cresta de la ola a corto plazo:

“Vista y Office (y Longhorn)”. Representan nada menos que la base de su existencia. En una alocución a los accionistas de la compañía el pasado noviembre, Chris Liddell, CFO de Microsoft, se mostró convencido de poder conseguir en el año fiscal de 2007 un crecimiento de entre el 13% y el 15%. Y como Office y Vista representan más del 90% de sus ingresos, estos dos productos tendrán que convencer. ¿Lo lograrán en el mercado de empresas? Microsoft ha reorganizado sus cargos ejecutivos como parte de su apuesta Vista/Office, de modo que, si las cosas no salen bien, no sólo se desplomarán los ingresos, sino también algunas cabezas.

“La esperanza Ozzie”. Ray Ozzie, no menos que el relevo de Bill Gates como arquitecto jefe de software, ha provocado muchos pronunciamientos públicos sobre el enorme impacto que tendrán los servicios en la informática. Y 2007 es el momento para que Ozzie, creador de Lotus y hoy verdadero hombre fuerte de Microsoft, haga girar las ruedas del progreso de la compañía contra Google. “Hay muchas cuestiones relacionadas con el modelo de negocio del software como servicio (SaaS) que Microsoft tendrá que resolver y estoy deseando ver cómo lo hará”, afirma Dwight Davis, analista de Ovum Summit. “Todas esas cuestiones han permanecido en la sombra hasta ahora, pero en 2007 saldrán a la luz”.

“Interoperatividad multimarca”. La alianza de interoperatividad con el Linux de Novell fue anunciada por Steve Ballmer como la aportación a los clientes de “una mayor flexibilidad en la forma en que lo estaban demandando”. Y la cosa no parará en 2007, a medida que Microsoft se conciencie de que en el mundo corporativo no todo es Windows. El formato de ficheros recientemente estandarizado Open XML, presente por defecto en Office 2007, es un gran paso. “En cierto modo, la estandarización de Open XML es una señal de que estamos consiguiendo un mundo más abierto y global”, asegura Guy Creese, analista de Burton Group.

“Consistencia, consistencia, consistencia”. Microsoft está potenciando la integración entre sus soluciones de back-end y front-end, especialmente en áreas como seguridad, conectividad, inteligencia de negocio y comunicaciones en tiempo real. Los clientes quieren que todo el esfuerzo que la compañía está haciendo para soportar cosas como autenticación basada en certificados, IPv6 o protección de acceso a la red (NAC) se vea reflejado en todas las plataformas. No tienen sentido las diferencias existentes entre sistemas operativos como Vista, Windows Mobile o Windows Embedded.

“Política de licencias”. En 2001 Microsoft dijo que se simplificaría el volumen de licencias y surgió Licensing 6.0 y Software Assurance. Y todavía colea la reacción negativa de los clientes. En 2007, el Software Protection Plan de la compañía y su política de renovación van unidos al licenciamiento, incluyendo los requerimientos para una infraestructura corporativa de validación de licencias. ¿Otro gran enfado en el horizonte?

John Fontana (Network World)


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