En busca de la "killer application". Los retos de Wi-Fi

Las redes Wi-Fi están alcanzando un grado de maduración tecnológica que ya muy pocas organizaciones dudan de sus ventajas en determinados escenarios. En la actualidad, la preocupación de los responsables de TI gira alrededor de cuestiones como su gestión integrada con las redes cableadas, la telefonía IP wireless o la necesidad de migrar al nuevo estándar 802.11n. Estas y otras cuestiones fueron objeto de debate por los directivos de TI reunidos por Network World, cuyas entidades en algunos casos comparten actividad y problemática.

Tras un periodo inicial de recelos, la aparición de nuevos estándares con mayor capacidad y de nuevas técnicas de seguridad han hecho de las redes inalámbricas Wi-Fi una de las grandes tendencias tecnológicas que más interés generan en el mercado, tanto en el segmento residencial como en el corporativo. Pero su despliegue y gestión en una organización plantea nuevos retos que los responsables de TI deben saber afrontar.
Según Jorge Fernández, director técnico de HP ProCurve, “todos tenemos una visión agridulce de las tecnologías wireless. Las expectativas puestas en las primeras soluciones estandarizadas de finales de los noventa pronto se frustraron por los problemas de seguridad. Pero desde entonces se ha evolucionado mucho. Hoy se pide seguridad, flexibilidad y simplicidad, y Wi-Fi ya lo ofrece”. 
Para Jorge Fernández, la madurez tecnológica de Wi-Fi ha hecho posible que sean hoy otras las cuestiones que de alguna forma están vertebrando los proyectos inalámbricos, como la aparición del nuevo estándar 802.11n y la telefonía IP sobre wireless. “Ante la llegada de 11n, las preguntas serían: ¿está muerto 11a/b/g?, ¿ya no tiene cabida en los nuevos proyectos? Igualmente, la voz es ahora otro de los puntos clave y la VoIP y las comunicaciones unificadas tienen que tener cabida en estos nuevos entornos wireless". 
Además de destacar el carácter pionero en Wi-Fi de las universidades y las iniciativas de los ayuntamientos por hacer disponible un “wireless urbano”, el director técnico de HP ProCurve alude además al papel de los operadores. “Los modelos de gestión que se ofrecen son muy variables y las operadoras se están metiendo con fuerza en este terreno con soluciones completas. Ahora que la economía está complicada, ahora que se intenta financiar con fondos propios la mayor cantidad de proyectos posibles, podría ser una opción”. 



Mucho más que acceso
Antonio Onís, director comercial de HP ProCurve, se pregunta por el estado real de Wi-Fi. ¿Dónde estamos en este momento en la adopción de Wi-Fi? Creo que aún ni siquiera hemos llegado al pico de expectativas, sobre todo porque lo único que se ofrece al usuario es la propia tecnología, sin que sus aplicaciones, que son las que realmente disparan su adopción, aún sean una realidad. Todavía queda mucho por desarrollar. Faltan esas aplicaciones que hagan que la tecnología Wi-Fi sea apta para el negocio”.
Para Alberto Martínez Arribas, respon-sable de la red corporativa de la Junta de Castilla y León, “no hay una única curva de adquisición de la tecnología. Creo que, atendiendo a los servicios que aporta, existen diferentes curvas. Tras la aparición de Wi-Fi en su momento para cubrir una función limitada, surgieron nuevas expectativas que demandaban nuevos niveles de ancho de banda, calidad de servicio, fiabilidad y seguridad”.
“Frente a una estructura cableada, la adopción de Wi-Fi se justifica por el ahorro de costes que supone a la hora de incorporar nuevos puestos de trabajo”, afirma Virginia Moreno Bonilla, directora de Sistemas de Información del Ayuntamiento de Leganés. Por ello, “desde 2003 estamos extendiendo su adopción. De nuestros 25 edificios –conectados a través de fibra bien mediante un anillo principal o de un anillo secundario, según las características del trabajo y la gestión de cada uno de ellos– dos son ya wireless en su totalidad. Y como nuestra red Wi-Fi está perfectamente securizada, también damos opción a la conexión externa. Cualquier ciudadano que se conecta a la red está controlado y tiene los mismos servicios que si acude a un centro público municipal. Pero, en general, no estamos utilizando Wi-Fi para las tareas de gestión, sino para conectarnos a Internet. Y en este escenario el problema está en el caudal. A pesar de que estemos evolucionando hacia estándares de mayores capacidades y nuevos dispositivos, al final se produce un cuello de botella, que es el caudal de salida, ya sea propio o contratado, como es nuestro caso”. 
Carlos Ventura Quilón, director de Telecomunicaciones del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, resume la experiencia de su municipio en entornos wireless. “Comenzamos en 2004 y ya contamos con 62 centros conectados con infraestructura propia de fibra óptica sobre la que montamos los cimientos de una red wireless. Sobre ella ya están funcionando también cámaras, control de accesos, domótica y sistemas de eficiencia energética. Toda nuestra estructura y todos los dispositivos inalámbricos dependen de una plataforma centralizada, lo que nos permite soportar usuarios invitados de una forma segura. También ofrecemos en régimen de autoprestación telefonía IP sobre Wi-Fi. Y todo esto es posible de una forma transparente para el usuario. Nuestra infraestructura está perfectamente dimensionada para ello en cuanto a calidad servicio y ancho de banda, con un mínimo de 2 Gbps, y con control de accesos. Además, disponemos de una red mallada Wi-Fi que, mediante PDAs o portátiles, da servicio a la policía local y a otras actividades en la vía pública”.
Castilla y León cuenta, según Alberto Martínez Arribas, con el condicionante especial de “ser un gran territorio de 94.000 kilómetros cuadrados, donde conviven todo tipo de tecnologías desplegadas y de modelos de gestión: ADSL, WiMAX, fibra óptica, servicios gestionados internamente y servicios gestionados por terceros... Toda esta red da servicio a alrededor de 950 edificios, de los que 40 tienen conexión Wi-Fi, si bien –por razones de costes– sólo allí donde realmente la i