Pymes y movilidad: un mercado aún por explotar
El operador de telecomunicaciones continúa siendo la principal referencia de la empresa española para la implementación de movilidad, pero cada vez más prefieren recurrir a otros proveedores, especialmente a los integradores.
Vodafone y Telefónica siguen atrayendo a los principales clientes corporativos, con unas cuotas del 51 y el 44%, respectivamente. Orange, aunque partía con retraso, ha conseguido alcanzar una presencia pequeña pero relevante (5%), duplicando su cuota en un año.
Por aplicaciones, el push email es la aplicación corporativa móvil que más se ha consolidado durante este año, con un crecimiento del cien por cien respecto a 2006 y blackberry como fabricante líder. La consultora estima que para principios del nuevo año sean ya más de medio millón los usuarios de esta tecnología, debido a la reducción de los precios y a las tarifas planas. En cuanto a plataformas operativas, Symbian se sitúa muy por delante de las demás competidores en el ámbito de las plataformas.
Los principales retos que plantea la movilidad son la gestión de dispositivos y la seguridad. La instalación y el mantenimiento del software en los dispositivos, y su pérdida involuntaria, se traduce en un aumento del coste total de propiedad. Para mejorar esta situación, es importante formar al usuario para que tome las decisiones adecuadas, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida, así como ofrecer un servicio integrado al cliente frente a la fragmentación actual.
Por otra parte, las empresas españolas no conocen o subestiman las amenazas de seguridad asociadas a los dispositivos móviles. Actualmente, el factor de seguridad más importante y que ha sido más adoptado es el asociado al dispositivo. En el futuro, a medida que se generalicen las aplicaciones de back-office y aparezcan nuevas amenazas, ganará relevancia el acceso seguro, los firewall móviles o los antivirus móviles.
Casi 200.000 trabajadores móviles más
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El número de trabajadores móviles en España se aproximará a los 8,5 millones a finales de año, lo que supone un crecimiento de 170.000 personas con respecto a 2006. Este crecimiento se reparte principalmente entre profesionales que trabajan desde el hogar (700.000) y los que lo hacen desde la oficina (5,6 millones); los empleados que trabajan fuera de la oficina se mantienen en los 2,1 millones.