Del ocio al negocio… y ahora a la guerra: smartphones y tablets como armas militares



Las empresas están rápidamente adoptando los smartphones y tablets como herramientas de negocio, inundando las corporaciones de dispositivos adaptados a la actividad profesional. La Armada de Estados Unidos quiere dar un paso más allá y ponerlos al servicio de la defensa del país. El plan es que cada soldado disponga de un smartphonesmartphones tablets con aplicaciones de uso militar capaz de operar en todo tipo de redes, incluso las desplegadas en cualquier lugar por el propio ejército con estaciones base portátiles. 
  



En las instalaciones de Fort Bliss en Texas,
la Armada de Estados Unidos lleva varios meses probando el uso de smartphones comerciales por los soldados en tareas de formación y administración, incluso en ejercicios de campo en el desierto. Se trata del proyecto Connecting Soldiers to Digital Apps, con el que la Armada trata de dar respuesta a muchas cuestiones todavía pendientes antes de entregar un smartphone o tablet a cada uno de sus soldados.



Una de esas cuestiones es saber qué y cómo ha de ser adaptado en los smartphones y tablets para satisfacer las necesidades operativas y de seguridad específicas del ejército. Hay que averiguar, por ejemplo, si las radiofrecuencias asignadas al ejército pueden ser utilizadas por la nueva generación de dispositivos móviles en redes diseñadas específicamente para uso militar.



Tecnología ‘radio cognitivas’



La Armada esta investigando esa posibilidad revisando tres nuevas tecnologías inalámbricas: la conocida como
Monax de Lockheed Martin, la desarrollada por Oceus Networks en colaboración con Northrop Grumman y el equipo "radio cognitivo" de xG Technology. Con esta última la Armada está realizando tests para comprobar como opera su tecnología, que permite continuos saltos entre frecuencias en busca de espectro no utilizado para reducir las interferencias. El equipamiento de xG proporciona voz y datos, y soporta aproximadamente hasta 4 MB por smartphone, cifra variable en función del número de usuarios simultáneos y de la distancia hasta la estación base. El objetivo de la Armada es conseguir operar a distancias de hasta 35 kilómetros, con la idea de poder rápidamente desplegar redes sin cables con estaciones base portátiles allí donde sea necesario.



La Armada es el primer cuerpo militar de Estados Unidos en investigar el uso bélico de los smartphones y tablets, pero no el único en mostrar interés por tal posibilidad. También la
Air Force y la Navy ambicionan utilizar estos dispositivos inteligentes en sus misiones. E incluso los aliados de Estados Unidos, como los socios de la OTAN, quieren estar al tanto de los avances que se puedan conseguir en este terreno.



La pregunta es: ¿pueden realmente los smartphones comerciales satisfacer los requisitos operativos y de seguridad del ejército?  Para contestar la pregunta la Armada está probando alrededor de 1.200 móviles, incluidos 15 modelos básicos del iPhone e iPad y de dispositivos Android y Windows. También HP acaba de enviar dispositivos Web OS. Pero los investigadores no quieren un único ganador. De hecho, pretenden poder utilizar distintos tipos de smartphones, y para ello han creado una plataforma software basada en html que permite crear aplicaciones que admitan distintos sistemas operativos móviles. En esta tarea de desarrollo trabaja tanto el sector comercial como la propia Armada, y ya se dispone de un buen número de ellas para Android e iOS, algunas de carácter táctico en situaciones de emergencia.



Si finalmente los smartphones y tablets acaban siendo utilizados en operaciones militares por los soldados, estos dispositivos serían para las tropas tan importantes como sus armas convencionales. Una posibilidad futura que no sólo plantea problemas relacionados con el espectro, las redes y las aplicaciones sino también cuestiones tan cotidianas en la vida militar como el cambio de los materiales con que están creados los guantes de los soldados para poder trabajar con las pantallas táctiles. Como experimentación, una de las aplicaciones que se están probando con los smartphones y tablets es la distribución de material formativo.



Encriptación y biometría



Otro aspecto crucial que está siendo estudiado es la seguridad, fundamental para el ejército.
La National Security Agency (NSA), cuya actividad está en parte relacionada con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, está proponiendo al respecto diversas opciones, como encriptación y biometría. Esta última podría emplearse para validar la identidad del usuario del smartphone mediante reconocimiento de la voz, el rostro o el iris. En esta alternativa se está probando una plataforma biométrica 3G de Intel. 



El sector comercial juega un rol clave en las investigaciones de la Armada, que confía en la constante y rápida innovación de los fabricantes de sistemas móviles para poder explotar a corto plazo mejoras radicales en los actuales smartphones y tablets. Sin embargo, esta dependencia reconocida de la industria plantea problemas claramente políticos, puesto que muchos de los fabricantes de dispositivos móviles no son estadounidenses, ni siquiera proceden de países declarados oficialmente como aliados. Un fleco más que habrá que resolver.


 


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