Entrevista
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Cloud Computing

"Nuestros modelos de cloud híbrida dan respuesta a múltiples necesidades"

Tras la renovación de sus centros de datos y una fuerte apuesta inversora por cloud computing, la virtualización y la nube son ya un estándar de facto en la oferta de BT con grandes crecimientos, especialmente en España. Según Ignacio Amorrortu, responsable de BT Compute en la filial española, "llevamos años de ventaja a otros países gracias a las inversiones, desarrollos y economías de escala emprendidos, que nos permiten dar una oferta muy competitiva en la que cada vez confían más clientes".

Ignacio Amorrortu
Ignacio Amorrortu.

¿Cómo se ha adaptado BT a las nuevas tendencias hacia la virtualización y cloud computing? ¿Cómo ha evolucionado su oferta hacia estos nuevos modelos?   

Hace más de cinco años que en BT tuvimos la visión de la evolución de toda esta industria hacia los servicios en red y en consecuencia pusimos en marcha distintas iniciativas de renovación de los centros de datos y afrontamos fuertes inversiones en infraestructuras cloud. Gracias a estas medidas hemos podido avanzar hacia los nuevos modelos en paralelo al auge que están experimentando en el mercado, que se ha visto sumido en una ‘tormenta perfecta’: la crisis económica y la reducción de los presupuestos en TI y de la capacidad de inversión han coincido con la maduración de las tecnologías de virtualización y cloud, la consumerización de las TI empresariales y la evolución hacia los modelos de consumo ‘como servicio’. Igualmente la adopción de la nube ha ido evolucionando cada vez más hacia modelos híbridos. En consecuencia, durante los últimos años nuestras plataformas cloud han cosechado un destacado éxito comercial.

 

Para BT la virtualización y cloud son ya un estándar de facto. Casi todas nuestras propuestas de servicios tienen en alguna medida componentes de servicios virtualizados. Y al contrario de lo que preveían los analistas inicialmente, una realidad que se muestra persistente es el interés por un tipo de cloud con características multimedia que exigen calidad de servicio, como telefonía y contact center en la nube.

 

¿Cómo ha evolucionado la demanda de servicios cloud en este tiempo? ¿Está llegando la nube también al core del negocio?

Al principio la adopción de la nube estaba restringida a pruebas de concepto, pilotos y cargas de trabajo no críticas, pero ahora los clientes nos piden también servicios cloud para cargas de producción, y aplicaciones de negocio y de propósito general. Muchas veces estas demandas vienen acompañadas de forma relevante de servicios profesionales, no solo en lo que se refiere a la transformación del entorno del cliente al nuevo mundo virtualizado, sino también a gestión de sistemas operativos, middleware, bases de datos…

 

¿Qué peso tiene España en el negocio cloud de BT?

El modelo cloud ya está fuera de dudas. Ocupa un claro espacio con grandes oportunidades propias y como refresco de las infraestructuras tradicionales, y nuestra realidad se reconoce en las estimaciones de crecimiento de un 40% de los analistas para este mercado. Y es en España y en Italia donde BT está siendo más agresiva ante las nuevas demandas. Llevamos años de ventaja a otros países por varias razones: porque hemos sido muy persistentes en el desarrollo de estas capacidades y porque tenemos una base instalada muy consolidada. Todas nuestras inversiones en personal y en infraestructuras, y la creación de economías de escala, nos permite dar una oferta muy competitiva en la que cada vez confían más clientes. Esto es posible también porque estamos sabiendo aprovechar el tamaño, capacidad de inversión y potencia financiera de BT en Reino Unido, que es desde donde se lidera la estrategia global corporativa en cloud.

 

En cuanto a ingresos y base de clientes, ¿qué parte del negocio de BT representa la nube?

Es difícil dar una cifra concreta porque en el fondo cloud es un habilitador para todo tipo de proyectos y servicios, pero diría que durante los últimos tres años los ingresos asociados a la nube podrían fácilmente haberse multiplicado por 10.

 

¿Qué modelo de cloud se está imponiendo?

Estamos viendo diferentes escenarios. Hay clientes que piden una cloud pública mientras que otros, por ejemplo, se decantan por albergar sus aplicaciones críticas en entornos privados de alto rendimiento pero contando con infraestructuras en la nube para poder escalarlas ante determinados tipos de demanda. Lo más habitual es que los clientes nos pidan ese mix de posibilidades con aplicaciones que interoperan entre sí aunque estén basadas en diferentes arquitecturas en función de sus necesidades.

 

¿Cómo ayuda BT al cliente a evaluar todas esas alternativas?

Como punto de entrada hemos desarrollado una metodología de consultoría e integración con la que analizamos las cargas de trabajo del cliente y la distinta criticidad de sus datos y aplicaciones, ya que no todos tienen la misma relevancia ni los mismos requisitos de rendimiento. Nos acercamos a la situación particular de cada cliente con un enfoque multidisciplinar  y en consecuencia proponemos un determinado modelo de adopción, que puede incluir desde proyectos de cloud privada en sus propios centros de datos a proyectos distribuidos entre sus data center y nuestras plataformas cloud, e incluso modelos totalmente externalizados en nuestros entornos cloud computing.  

 

¿Con qué infraestructuras cloud cuentan en España?
En España disponemos de tres data centers y distintas infraestructuras. Una de ellas es una cloud pública que ya se ha desplegado en 16 países donde disponemos de las últimas tecnologías de Citrix. Se trata de un proyecto de cloud público multilocal e interfaz única donde el cliente puede elegir el país donde desplegar sus recursos, algo que puede ser de especial interés para empresas con estrategias de internacionalización. Esta posibilidad, junto con la integración con red privada, supone una ventaja diferencial para el cliente puesto que otros proveedores operan con hubs centralizados.
 

Además en Madrid contamos con otra plataforma cloud también compartida llamada BT Private que está orientada a cargas de producción con el diferencial de que podemos proporcionar lo que típicamente no puede dar el cloud público:  backup empresarial, monitorización, almacenamiento de  alto rendimiento y calidad de servicio. Es un entorno que ofrece redundancia en doble centro de datos y que tiene unas características realmente especiales para determinadas aplicaciones, como, por ejemplo, las de Oracle. Estas infraestructuras cloud, junto con las infraestructuras dedicadas de alto rendimiento que también proporcionamos, se han convertido en un pilar habitual de nuestros proyectos de outsourcing, donde el concepto de cloud híbrido se está imponiendo claramente.

 

¿Qué aporta al cliente la capacidad de ofrecer la propia red junto al servicio cloud? ¿Es la red un valor diferencial?

La red es un componente crítico al interconectar las cargas de trabajo y las aplicaciones del cliente, y BT tiene la capacidad de ofrecer soluciones integrales que incluyen también ese elemento de unión. Proporcionamos una red resistente, diseñada para dar soporte a aplicaciones, con bajas latencias, convergentes, con un excelente rendimiento, redundante, escalable, con soporte de IPv6 y capaz de dar un servicio de calidad al cliente. Pero no es la única ventaja que podemos aportar. Sin duda, los muchos años que llevamos trabajando en el desarrollo de este tipo de infraestructuras es también un punto a nuestro favor. Solo en servicios IP contamos en España con cerca de 500 profesionales con un perfil TI. Somos una compañía de servicios IP en red con red. La red es el habilitador necesario pero no suficiente. La oferta debe ser global, como la nuestra.

 

¿Qué otros valores diferenciales ofrece BT al cliente?

Uno de ellos reside en la diversidad de nuestras infraestructuras, diseñadas para proporcionar modelos de cloud híbrida a fin de dar respuesta a múltiples requisitos. Otro es el enriquecimiento de nuestra propuesta de valor con unos acreditados servicios profesionales tanto para asistir en la migración como en la gestión. Finalmente, estamos en condiciones de ofrecer un SLA integral que incluye el componente de red.

 

¿Sigue siendo la seguridad una barrera para la adopción de cloud o ya está superado este inhibidor?

Cada vez hay más experiencia en el mercado y un panorama más consolidado de proveedores. Y todo ello ha contribuido a mitigar las reticencias ante el modelo cloud. En cualquier caso, nuestra visión es que el éxito en la nube requiere un  proceso previo de análisis de cada caso en el que hay que incluir también la seguridad. No sirve una misma solución para todos los clientes. Asimismo, hay que ofrecer al cliente un marco de confianza apoyándose en acuerdos de nivel de servicio (SLA), auditorías y estándares de seguridad y de control.

 

¿Se impondrá finalmente la cloud pública como solución universal, tal como vaticinan algunos expertos?

Personalmente no creo que vaya a ser así. La visión de una futura ‘meganube’ a la que estaremos conectados por Internet para todo me parece poco realista. Cada vez habrá más cargas de trabajo susceptibles de subir a la nube con grandes niveles de rendimiento y confianza, y cada vez habrá más servicios con una mayor calidad, pero las empresas seguirán teniendo clouds privadas alojadas en sus entornos. En este escenario el departamento TI asumirá el rol de prestador de servicios, una especie de broker de diferentes entornos interconectados y gobernados de una forma homogénea con habilidades en la gestión de proveedores externos. En ese mundo de servicios cloud mixtos los SLA serán clave para que el rendimiento de las aplicaciones no se degrade, con independencia de donde residan.

 

 

 



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