Y van veinte
En estas dos décadas de profundas transformaciones de las que ha sido testigo Comunicaciones World, los profesionales de las tecnologías de la información se han visto obligados a seguir con la lengua fuera la carrera de un mercado que ganaba compeljidad, a medida que se enriquecia con nuevos productos y servicios. Incluso la llegada de la gran crisis, aquel terrible batacazo de 2001, no hizo sino complicar las cosas. Se imponía el lema, hoy ya tópico, del ”más con menos”, y las necesidades de optimizar las inversiones realizadas hasta entonces y, por supuesto, las futuras, fue dando alas a ese otro lugar común de nuestros días: la “alineación de las TI con el negocio”. Nos acostumbramos a conceptos como “coste total de propiedad” (CTO) y “retorno de la inversión” (ROI). Las tecnologías de la información perdían su áurea de intocable y se sometían a la inexorable ley de la rentabilidad, como cualquier otra pieza de la infraestructura empresarial.
Sobre estas bases, hoy, mucho más que hace tan sólo tres o cuatro años, los responsables de TI se ven sometidos a la enorme presión añadida que supone comprender los nuevos modelos de informática y telecomunicaciones que comienzan a configurarse. Utilility computing, informática bajo demanda, grid computing, autonomic computing, consolidación, virtualización, convergencia, movilidad… son conceptos que han logrado ya hacerse un hueco indiscutible entre las principales tendencias que dirigen el mercado. Los recursos TI han pasado de ser considerados desde una perspectiva física a serlo desde un punto de vista lógico, en íntima relación con el negocio, y el nuevo profesional necesita disponer de una visión global de la tecnología y de la empresa que le permita crear entre ambas, con sentido innovador, los canales que contribuyan a incrementar la productividad, la rentabilidad y la satisfacción de socios y clientes. Y esta es precisamente la tarea en la que confiamos servirles de ayuda otras dos décadas más ( por lo menos).
La tecnología por sí misma ya no es suficiente. El simple relato de la última hora del sector tampoco. Otros medios cumplen esos cometidos, y, por encima de todos, Internet. Sólo el análisis de la realidad de las tecnologías en la empresa moderna, su ventajas potenciales, las mejores prácticas de instalación, gestión y optimización funcional y económica, las líneas de evolución a corto y medio plazo tiene sentido hoy como objetivo editorial de las publicaciones que, como Comunicaciones World, realmente quieran llenar un hueco. Quede para otros medios repetir hasta la saciedad las mismas simplezas generalistas que a nadie ayudan; ni a los suministradores ni a los clientes de este sector que todos compartimos. Seguimos en la brecha.