El pago por móvil empieza a despegar

El teléfono móvil ha ido adquiriendo progresivamente la funcionalidad de otros aparatos de uso habitual, como el ordenador de mano, la agenda personal o incluso la grabadora de vídeo. Ahora también permitirá realizar pagos. Las entidades financieras, los procesadores de transacciones y las operadoras de telefonía se han implicado de lleno en el desarrollo de plataformas que permitan gestionar los pagos a través del móvil.

El teléfono móvil es una herramienta de comunicación ya prácticamente imprescindible en nuestras vidas y sirve para mucho más que para hablar en movilidad. El mercado celular español cuenta con más de 34,6 millones de usuarios y se encuentra, como en la mayoría de los países europeos, cercano a la saturación, con una tasa de penetración de casi el 85%. Esta situación obliga a todos los actores implicados a aunar intereses y buscar utilidades del agrado de los usuarios que permitan mantener los crecimientos en beneficios impulsando los nuevos servicios de datos. Según datos de Durlacher Research, los ingresos por servicios móviles europeos pasarán de los 95.800 millones de euros en 2000 a los 176.400 millones en 2005, aumentando el porcentaje de los servicios de datos desde el 6,8% al 44,7%, respectivamente.
Una de las aplicaciones más atractivas y de mayor potencial es el pago por móvil, también conocida como “m-payment” o “m-commerce”; sólo en Europa se espera que el número de transacciones sea superior a los 26.000 millones en 2006, según datos de Frost & Sullivan. Por ello, las entidades financieras, los procesadores de pago y las operadoras de telefonía se han implicado de lleno en el desarrollo de plataformas que permitan gestionar los pagos a través del móvil.

Funcionamiento
El pago por móvil cuenta con tres grandes ventajas respecto al comercio en Internet tradicional: es más seguro, la implantación de móviles es superior a la de PC, y las operaciones son más ágiles y sencillas. No obstante, muchos son los impedimentos con los que se ha encontrado este nuevo negocio, destacando, entre otros, la percepción de poca seguridad que tienen los usuarios y la inexistencia de una única solución abierta.
En primer lugar, hay que indicar que el pago por móvil utiliza una tecnología suficientemente madura, por lo que cuando empiece a ser utilizado no generará malas experiencias que desincentiven su uso. No en vano, la experiencia acumulada por las operadoras móviles en la gestión de las transacciones de sus tarjetas de prepago y los exitosos servicios de SMS Premium (para la participación en concursos y sorteos) y de descarga de contenidos digitales (melodías, logos, juegos...) han puesto a prueba toda la tecnología necesaria para gestionar millones de transacciones de pequeño importe en tiempo real.
Los sistemas de pago por móvil funcionan prácticamente con cualquier tipo de móvil, sobre la red GSM o UMTS de cualquier operadora, con contrato o prepago. El sistema está asociado a una o más tarjetas de débito o crédito; es decir, los pagos autorizados con el móvil, serán cargados a dicha tarjeta, estando la transacción sujeta a las mismas condiciones, límite de cantidad y crédito que ésta. Las operaciones quedan así computadas junto a las operaciones realizadas con tarjeta y se liquidan de igual manera. Por lo tanto, es diferente al pago que están realizando en estos momentos muchos usuarios por los servicios de SMS Premium y de descarga de contenidos digitales, ya que estos cargos son realizados a la factura del teléfono móvil que emite el operador. De esta forma, el pago por móvil no sólo no compite con las actuales tarjetas, sino que puede fomentar su uso como un elemento mejorado de autenticación.
El proceso de alta en una plataforma de pago por móvil suele llevar alrededor de una semana. Consiste en vincular la tarjeta con el número de móvil y protegerla con un NIP (Número de Identificación Personal) que sólo conocerá el usuario. Por cuestiones de seguridad, se recomienda que el NIP, que es un número de cuatro dígitos que puede ser modificado en todo momento por el usuario, sea distinto al código secreto de la tarjeta de crédito.
En cuanto a la forma de autenticar tanto la compra como el pago, existen, básicamente, dos mecanismos. La primera alternativa, seguida por Mobipay, consiste en utilizar mensajes cortos de texto USSD; la otra, apoyada por Paybox y CaixaMóvil, consiste en emplear llamadas de voz automatizadas para autorizar la transacción y mensajes cortos de texto SMS para confirmarla.

Beneficios del sistema
El pago por móvil es un medio idóneo para pagar en aquellas situaciones donde la tarjeta de crédito no es aceptada y la disposición de dinero suelto con el importe exacto es complicada; por ejemplo, en las recargas de móviles, las entregas a domicilio, los taxis, las máquinas recreativas, o las máquinas expendedoras de refrescos u otros artículos. Probablemente, también será un medio de pago muy utilizado en compras compulsivas.
La aplicación que más éxito está teniendo por ahora es la recarga del móvil, que puede ser realizada en cualquier momento y en cualquier lugar únicamente con una simple llamada o mensaje. Mediante el pago por móvil es también posible enviar o pedir dinero a otra persona, sin necesidad de ir al banco y sin necesidad de conocer los datos bancarios del beneficiario. El dinero transferido a otro abonado será ingresado en la cuenta asociada a la tarjeta bancaria del usuario final.
Otra ventaja de utilizar el pago por móvil es su seguridad, pues la transacción de pago viaja encriptada a través de la red GSM, una de las redes de comunicación más seguras del mundo y, además, no es necesario proporcionar datos bancarios, número de tarjeta de crédito u otros datos confidenciales.
Por otro lado, el coste del pago por móvil es muy reducido para el usuario. Por ejemplo, Paybox aplica una cuota anual de 12 euros, sin cobrar comisiones al realizar las compras; y Mobipay prescinde de la cuota anual, aplicando una comisión de 0,08 euros por operación realizada. Para los comerciantes el coste también es menor, pues las comisiones que les aplican las entidades bancarias por el pago con tarjeta (alrededor del 3,5%) duplican a las que les aplican las plataformas de pago por móvil (alrededor del 1,75%), y el riesgo para el comercio es además mayor en el pago con tarjeta.

Escaso éxito inicial
Los principales factores para que el servicio de telefonía móvil tenga éxito son: el precio, la facilidad de uso, la fiabilidad y la seguridad. Las cuatro premisas son cumplidas por el pago por móvil, pero la realidad es que este medio de pago, excepto en los países asiáticos, aún es visto como algo reservado a los “snobs”, del mismo modo que ocurría antes con el pago con tarjeta. Es decir, la primera explicación de su baja aceptación es que está siguiendo la evolución natural que atraviesa cualquier tecnología emergente.
El pago por móvil, en contraposición a la percepción de muchos usuarios, es de los sistemas de pago más seguros que existen. Las redes móviles GSM reúnen todas las medidas de seguridad necesarias para un sistema de pago, y la llegada de UMTS hará posible ampliar aún más esa seguridad, pues sus tarjetas SIM permit

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