El año virtual
Como de costumbre, si quiere utilizar cualquiera de los productos que se han señalado tendrá que rascarse el bolsillo. Incluso Xen, que es software libre, necesita la última hornada de procesadores para dar lo que promete. VMware Infrastructure, por ejemplo, le permitirá hacer grandes cosas en su centro de datos, pero sus requisitos y el coste de las licencias le producirán vértigo. Por otra lado, puede comprar soluciones de ‘virtualización de almacenamiento’ bastante baratas que le ayudarán a unificar y simplificar sus Terabytes de datos, pero no le recomiendo que busque el ahorro con este tipo de dispositivos. Tenga muy en cuenta que estos aparatos se suelen convertir en paso obligado para toda la información que resida en sus redes SAN y NAS, y es mejor que funcionen realmente bien si quiere evitar que los datos virtuales se conviertan en inaccesibles. En cambio es más barato y, a veces, sencillo mudar de compañía de telefonía móvil. Los cantos de sirena de las operadoras virtuales pueden ser ciertos, pero no en todos los casos. Merece la pena leer un reciente estudio de Vodafone España, donde compara sus tarifas con las de su nueva competencia. Antes de virtualizar sus comunicaciones móviles haga números y enséñeselos a su actual empresa de telefonía móvil, a ver cómo responden al reto de los virtuales. Un reto parecido al que le plantea a usted la posibilidad de que su empresa contrate ingenieros virtuales en este mundo globalizado. Y tenga muy claro que los técnicos de los grandes países en crecimiento no son, en sí mismos, una amenaza para su puesto de trabajo, aunque sólo cobren una sexta parte de su sueldo. Quien le diga lo contrario le está engañado, manipulando o ambas cosas.