El año virtual

Llegan doce meses repletos de objetos imaginarios con apariencia de reales. Los 20 millones de teléfonos móviles que se vendieron en España en 2006 tienen peso, color y forma, pero las nuevas compañías de móviles son virtuales, excepto Yoigo, que está en otra dimensión, tan peculiar como su nombre. Sepa que algo tan sólido como los procesadores se vuelven líquidos con HyperThreading, y gaseosos con las extensiones de la arquitectura x86 que hora permiten virtualizar un chip AMD o un Intel desde sus propias entrañas. Ambos fabricantes han dado su apoyo a Xen, una solución GNU de virtualización muy ligera que ahora puede alojar sistemas operativos sin necesidad de modificarlos. Pero Xen es un fruto muy verde comparado con VMware, si piensa en su centro de datos, o Virtuozzo, si busca una virtualización masiva. Aunque para datos masivos ya tenemos los productos de ‘virtualización del almacenamiento’, que permiten “virtualizar matrices de almacenamiento heterogéneas de varios niveles”. Sin comentarios. Y queda lo mejor: el informático virtual. Piense que su nueva aplicación de ‘misión crítica’ se puede hacer en la India, China o Brasil, y el soporte se lo darán desde Marruecos o desde Higueruela, al lado del parque eólico más grande del planeta. Tire del hilo y descubrirá que el coste por horas de un ingeniero virtual, allende los mares, resulta tan atractivo que su director financiero le empezará a mirar con otros ojos. La apuesta se plantea así, porque lo virtual, ante todo, se anuncia como una novedad absoluta para que las empresas ahorren tiempo y dinero. ¿Seguro? Demos la vuelta a esta tortilla.
Como de costumbre, si quiere utilizar cualquiera de los productos que se han señalado tendrá que rascarse el bolsillo. Incluso Xen, que es software libre, necesita la última hornada de procesadores para dar lo que promete. VMware Infrastructure, por ejemplo, le permitirá hacer grandes cosas en su centro de datos, pero sus requisitos y el coste de las licencias le producirán vértigo. Por otra lado, puede comprar soluciones de ‘virtualización de almacenamiento’ bastante baratas que le ayudarán a unificar y simplificar sus Terabytes de datos, pero no le recomiendo que busque el ahorro con este tipo de dispositivos. Tenga muy en cuenta que estos aparatos se suelen convertir en paso obligado para toda la información que resida en sus redes SAN y NAS, y es mejor que funcionen realmente bien si quiere evitar que los datos virtuales se conviertan en inaccesibles. En cambio es más barato y, a veces, sencillo mudar de compañía de telefonía móvil. Los cantos de sirena de las operadoras virtuales pueden ser ciertos, pero no en todos los casos. Merece la pena leer un reciente estudio de Vodafone España, donde compara sus tarifas con las de su nueva competencia. Antes de virtualizar sus comunicaciones móviles haga números y enséñeselos a su actual empresa de telefonía móvil, a ver cómo responden al reto de los virtuales. Un reto parecido al que le plantea a usted la posibilidad de que su empresa contrate ingenieros virtuales en este mundo globalizado. Y tenga muy claro que los técnicos de los grandes países en crecimiento no son, en sí mismos, una amenaza para su puesto de trabajo, aunque sólo cobren una sexta parte de su sueldo. Quien le diga lo contrario le está engañado, manipulando o ambas cosas.

Contenido Patrocinado

Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
Forma parte de nuestra comunidad

 

¿Te interesan nuestras conferencias?

 

 
Cobertura de nuestros encuentros
 
 
 
 
Lee aquí nuestra revista de canal

DealerWorld Digital