SOMA: arquitectura de gestión orientada a servicios

Los problemas con los que se enfrentan los administradores de red en el actual centro de datos son cada vez más complejos. El cambio en los modelos de uso de la red obliga a reconfigurar los flujos de tráfico. Las nuevas amenazas de intrusiones demandan medidas de seguridad más fuertes. El uso de virtualización para migrar flujos de trabajo entre recursos físicos exige una constante reasignación de los recursos de red. Y la lista de retos para los administradores de red continúa. En respuesta, los proveedores de gestión de sistemas están creando sus soluciones desde una nueva perspectiva.

El nuevo enfoque de la gestión de red – y en general, de la gestión de sistemas-, está basada en SOMA –arquitectura de gestión orientada a servicios. Los fabricantes están creando dispositivos de gestión de red, agentes y agentes proxy basados en SOMA que son flexibles y capaces de evolucionar a medida que lo hacen las necesidades de gestión.

Según este paradigma, todas las operaciones de gestión importantes se implementan como servicios; por ejemplo, recuperar el estado de un dispositivo, controlar equipos, cambiar los ajustes de configuración o el aprovisionamiento. Cada servicio es un componente de software con una interfaz de petición-respuesta basada en mensajes, de manera que la lógica de negocio queda oculta a los usuarios tras cada interfaz. Los mensajes están escritos en XML y se emiten entre servicios que corren dentro del dispositivo mediante un bus de servicios gestionados (MSB).

La programación de una aplicación de gestión o de un agente es relativamente fácil porque todas las funcionalidades de gestión disponibles se exponen mediante interfaces coherentes y la mayoría de los servicios son altamente reutilizables. Cuando se requieren nuevos servicios, se puede escribir nuevo código o encapsular e integrar código de gestión heredado de código abierto o comercial: en cualquiera de estos modos el código se oculta tras interfaces de servicios formales. De este modo, SOMA unifica lo que de otro modo serían soluciones de gestión dispares e independientes.

Cooperación entre servicios
Los servicios SOMA pueden ser sencillos o complejos en cuanto a funcionalidad. Sencillo sería, por ejemplo, proporcionar los ajustes de temperatura de un dispositivo o la velocidad del ventilador, mientras que un servicio complejo podría ejecutar diagnósticos que requieran correlación de información de múltiples sensores y logaritmos de eventos internos. Los servicios pueden cooperar entre ellos y los más sofisticados pueden formarse creando capas por encima de los servicios de nivel más bajo. De esta forma, un proveedor puede proporcionar agentes de gestión para un abanico de routers, desde gama baja a alta, tomando los servicios apropiados de una biblioteca de servicios.

Los servicios SOMA pueden utilizarse para construir agentes de gestión, agentes proxy, dispositivos de gestión o aplicaciones. Dado que esta arquitectura de gestión orientada a servicios no dicta el tipo de aplicación cliente a utilizar, pueden utilizarse cualquier GUI, web o incluso aplicaciones totalmente automatizadas que no requieren la intervención humana. Estas aplicaciones cliente normalmente solicitan los servicios de forma remota mediante protocolos de gestión y están conectadas al MSB mediante adaptadores de protocolos. Un appliance o agente determinado debe soportar al menos un adaptador de protocolo pero habitualmente soportará varios. Los servicios SOMA que se ejecuten en appliances de gestión o agentes podrían necesitar otros adaptadores de protocolos para interactuar con los elementos de hardware o software de los que son responsables. Esto garantiza, por ejemplo, que los nuevos dispositivos con un agente SOMA puede gestionarse por aplicaciones de gestión legacy, por frameworks con viejos protocolos (como SNMP) o mediante nuevas aplicaciones con protocolos más recientes.

Con SOMA, un fabricante de dispositivos podría garantizar el futuro de su dispositivo al hacer que soporte protocolos de gestión orientados a servicios Web, como Common Information Model-XML, WS-Management y Web Services Distributed Management. (Los protocolos más recientes soportan de forma nativa formatos de petición basados en XML y requieren menos trabajo de mediación entre sus respectivos adaptadores).

En esta línea, las implementaciones avanzadas de SOMA ofrecen una flexibilidad extrema. Los agentes pueden cargar nuevos servicios y adaptadores de protocolos improvisadamente, sin que los ordenadores tengan que apagarse o reiniciarse. Esta capacidad permitirá a los fabricantes confirmar la utilidad futura de sus dispositivos gracias a la distribución de nuevos adaptadores de protocolos tan pronto como estén disponibles o sean necesarios.

Arquitectura de gestión orientada a servicios

• SOMA hace posible que los fabricantes de dispositivos y de software integren capacidades avanzadas de gestión de sistemas rápida y fácilmente en cualquier servidor, elemento de red, appliance o dispositivo de almacenamiento.

• Todas las funciones de gestión se convierten en servicios basados en XML que pueden utilizarse como la piedra angular para crear capacidades de gestión de sistemas únicas que, en el pasado no habían sido incluidas como estándares por su coste y tiempo de desarrollo.

• Un elemento básico de SOMA es el concepto de bus de servicios de gestión (MSB –management services bus). El MSB facilita una infraestructura de comunicación común en la cual todas las aplicaciones se convierten y despliegan como servicios durante el tiempo de ejecución. Además, el MSB permite la traducción y comunicación universal entre dos servicios de gestión SOMA, de forma que los centros de datos pueden soportar nuevo hardware y software dentro de sus actuales entornos de gestión, proteger sus inversiones anteriores y unir sus operaciones bajo un marco unificado.


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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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