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La red mallada soluciona el impacto producido por la rotura de los cables submarinos

Ciena ve en las redes malladas la solución para solventar el impacto que producen las roturas de los cables submarinos de fibra óptica, cuyos efectos provocan serios problemas a la actividad empresarial y conllevan importantes pérdidas económicas.

El pasado diciembre, los cables submarinos que comunican Europa con Asia se rompieron dos veces en cuestión de 15 días, siendo la segunda rotura de mayor alcance. El cable Sea Me We 4 acababa de ser reparado cuando volvió a sufrir un nuevo contratiempo a 3.000 metros de profundidad. El Sea Me We 4 fue uno de los cuatro cables que fueron cortados y que, como consecuencia, afectaron al tráfico de voz e Internet entre Europa, África, Oriente Medio y Asia. Como solución, parte del tráfico fue redirigido por el Pacífico y América del Norte, consiguiendo que las conexiones fueran mucho más despacio y llegando a perder el 90% de la capacidad.

Para Ciena, el riesgo de interrupciones provocadas por causas naturales y humanas en las redes, así como el consiguiente riesgo de inactividad empresarial y, en definitiva, de pérdidas económicas, podría minimizarse si los operadores adoptaran un nuevo planteamiento para construir redes ópticas completamente malladas y autorregenerables que sepan “sobrevivir”. Es por esto que las redes ópticas están migrando de las topologías punto a punto o en anillo, hacia las redes en malla para diversificar rutas y lograr la máxima solidez.

La tecnología de mallas permite reconfigurar la red automáticamente para evitar interrupciones del servicio sin necesidad de intervención manual, pudiendo hacer frente a varios fallos simultáneos. Es capaz de establecer automáticamente rutas alternativas en caso de problemas en la red, de manera que el tráfico afectado se recupera en cuestión de milisegundos. En caso de un suceso catastrófico, como un corte de cables, se pueden restaurar las conexiones de red, garantizando el servicio para el tráfico de máxima prioridad a pesar de que haya diversos fallos en la red. Las redes malladas ofrecen una disponibilidad casi del 100% y son enormemente resistentes.

La “inteligencia” que permite a la red ser consciente de sí misma y de su entorno le permite reaccionar automáticamente ante cualquier evento que se produzca en la red. Esto se debe a la incorporación de un plano de control inteligente conforme a una serie de normas. Dicho plano de control consta de un software que controla la red, descubriendo nuevos nodos, puertos y circuitos, y reconfigurando automáticamente la red en caso de fallo en algún enlace.



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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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