La red de KPNQwest podría dejar de funcionar antes de julio

Los empleados que voluntariamente continuaban operando la red Ebone de KPNQwest pese a no percibir sus salarios preparaban el cierre de la red para el próximo viernes impidiendo así una compra de última hora de los valores del proveedor de telecomunicaciones paneuropeas en situación de bancarrota.

El mes pasado la operadora presentó la bancarrota ante la Administración holandesa y recomendó a sus clientes la búsqueda de proveedores alternativos, pero tras el compromiso de algunos de sus clientes a abonar por adelantado sus facturas, renació la esperanza de que la infraestructura se mantuviera en funcionamiento durante el mes de junio. Ahora vuelve a saltar la alarma ante la posibilidad de un cierre inminente, agravada por informaciones de Reuters, según las cuales, una demanda de pago del fabricante Alcatel a KPNQwest podría provocar el completo cierre de sus operaciones antes de haber alcanzado un acuerdo para la venta de sus activos, que se verían considerablemente devaluados si la red dejara de funcionar.

Reuters, citando una fuente cercana a la operadora, informa que la cantidad exigida por el fabricante francés ascendería a 15 millones de euros. El total de la deuda de KPNQwest con Alcatel, que ha declinado realizar comentarios sobre las informaciones difundidas por la agencia, ronda, según algunos analistas financieros, los 100 millones de euros.

Los síndicos de KPNQwest aseguraron la semana pasada haber recibido la mayor parte de los entre 20 y 25 millones de euros necesarios para mantener la red en funcionamiento, pero advirtieron que era posible tener que abandonar el plan de continuidad si no existiera suficiente efectivo para cubrir los costes. Dicho plan contemplaba tan sólo el pago de las obligaciones actuales de la operadora, en ningún caso de los atrasos.

A mediados de la semana pasada, la empresa Matrix Netsystems, especializada en la monitorización del tráfico Internet, advirtió que el rendimiento de la red de KPNQwest se encontraba significativamente deteriorado. La pérdida de paquetes neta había pasado de menos de un 0,5% a entre un 4 y un 6% como consecuencia de la anulación de las conexiones por parte de sus antiguos socios de peering. Por las redes de la operadora, joint-venture de la holandesa KPN y la estadounidense Qwest, pasaba un 30% del tráfico Internet europeo.

Durante los últimos días se hablaba de dos consorcios –integrados por operadores, inversores financieros y proveedores tecnológicos- interesados en la mayor parte de la red de la compañía; excluida la infraestructura de Europa Central, cuya compra podría cerrarse esta misma semana. Los nombres de los interesados no han sido revelados, pero los rumores apuntan, entre otras, a Colt, Cable & Wireless, Deutsche Telekom, AT&T y Lehman Brothers. De cualquier modo, los analistas coinciden en la opinión de que la red será vendida no como un todo, sino dividida en múltiples partes. El objetivo de los más de 30 interesados existentes sería complementar sus infraestructuras en aquellas zonas donde no disponen de red propia. El valor de mercado de KPNQwest se ha visto reducido en dos años de 42.000 millones a 7 millones de euros.

www.kpnqwest.com


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