La Generalitat vende su 25% de Al-Pi a France Telecom
France Telecom compra por 29,3 millones de euros las acciones que la Generalitat de Cataluña tenía en la operadora Al-Pi.
La Generalitat de Cataluña y France Telecom han llegado a un principio de acuerdo para la venta del 25 % de las acciones que el Gobierno mantenía en la operadora de telecomunicaciones Al-Pi. El acuerdo entre la Generalitat y France Telecom garantiza la continuidad de la actividad de Al-Pi, que tendrá entidad jurídica propia y agrupará la mayor parte de las actividades de Orange en esta comunidad, garantizando los puestos de trabajo de Al-Pi
Con esta operación, valorada en 29,3 millones de euros, la Generalitat obtendrá 17 millones de euros en efectivo, que serán destinados a la construcción de infraestructuras de telecomunicaciones, así como una serie de infraestructuras y derechos de uso valorados en 12,3 millones de euros
Las infraestructuras que pasarán a manos de la Generalitat son una red urbana de más de 224 kilómetros a 34 municipios catalanes y 180 de red troncal, a los que hay que sumar la opción de disponer de más de 800 kilómetros, cuando se considere conveniente. Estas infraestructuras, junto con las que se están desplegando actualmente, constituirán la segunda red troncal de Cataluña. Con esta operación la Generalitat dispondrá del núcleo inicial de la que será la red abierta y refuerza su apuesta por construir una red de fibra óptica que garantice la conectividad de la región.
Con estas infraestructuras se permitirá la conexión a través de fibra óptica de titularidad pública de 227 edificios corporativos de la Generalitat y facilitará la conexión de los centres educativos y centros de salud.
Por su parte, Orange verá su actual red reforzada y extendida por todo el territorio catalán, gracias a la presencia y capilaridad de la red que conserva de Al-Pi. Ello le permitirá reducir su dependencia con otros operadores y acortar los tiempos de despliegue de la banda ancha.
La presencia de la Generalitat en Al-Pi es consecuencia del proceso de privatización de la red corporativa de la Generalitat que se realizó el año 1999 y de la que fue adjudicataria la empresa Lince, perteneciente al grupo France Telecom. Después de ocho años y con un mercado totalmente liberalizado, la estrategia del Gobierno de Cataluña se centra en desplegar una red de infraestructuras de telecomunicaciones que favorezca la competencia entre los operadores de servicios y garantice las infraestructuras.
Con esta operación, valorada en 29,3 millones de euros, la Generalitat obtendrá 17 millones de euros en efectivo, que serán destinados a la construcción de infraestructuras de telecomunicaciones, así como una serie de infraestructuras y derechos de uso valorados en 12,3 millones de euros
Las infraestructuras que pasarán a manos de la Generalitat son una red urbana de más de 224 kilómetros a 34 municipios catalanes y 180 de red troncal, a los que hay que sumar la opción de disponer de más de 800 kilómetros, cuando se considere conveniente. Estas infraestructuras, junto con las que se están desplegando actualmente, constituirán la segunda red troncal de Cataluña. Con esta operación la Generalitat dispondrá del núcleo inicial de la que será la red abierta y refuerza su apuesta por construir una red de fibra óptica que garantice la conectividad de la región.
Con estas infraestructuras se permitirá la conexión a través de fibra óptica de titularidad pública de 227 edificios corporativos de la Generalitat y facilitará la conexión de los centres educativos y centros de salud.
Por su parte, Orange verá su actual red reforzada y extendida por todo el territorio catalán, gracias a la presencia y capilaridad de la red que conserva de Al-Pi. Ello le permitirá reducir su dependencia con otros operadores y acortar los tiempos de despliegue de la banda ancha.
La presencia de la Generalitat en Al-Pi es consecuencia del proceso de privatización de la red corporativa de la Generalitat que se realizó el año 1999 y de la que fue adjudicataria la empresa Lince, perteneciente al grupo France Telecom. Después de ocho años y con un mercado totalmente liberalizado, la estrategia del Gobierno de Cataluña se centra en desplegar una red de infraestructuras de telecomunicaciones que favorezca la competencia entre los operadores de servicios y garantice las infraestructuras.
