La FCC aprueba un estándar para LAN inalámbricas
Aquellos usuarios estadounidenses que se planteen la instalación de redes locales inalámbricas tendrán que elegir entre equipamiento basado en uno de dos estándares en competencia e incompatibles entre sí. Los dos contendientes están apoyados por diferentes grupos de empresas, que incluyen en ambos casos a pesos pesados de la industria, y uno de ellos, basado en salto de frecuencias, parte con el apoyo de la FCC.
La decisión de la FCC permitirá a los fabricantes de equipamiento HomeRF incrementar el rendimiento de sus soluciones LAN inalámbricas basadas en salto de frecuencias, tecnología que, como su nombre indica, funciona en la banda de 2,4 GHz haciendo saltar la comunicación de un canal a otro, hasta un máximo de 15 canales, disminuyendo así el peligro de colapso de los canales. El aumento del rendimiento máximo de este tipo de infraestructuras pasará desde los 2 Mbps que actualmente proporcionan hasta alcanzar los 11 Mbps. Gracias a ello, las redes podrán soportar comunicaciones de alta velocidad que integren voz, datos y vídeo para acceder a Internet y otras aplicaciones.
La otra opción para LAN inalámbricas, ideada para su utilización en entornos residenciales, es la defendida por la Wireless Ethernet Compatibility Alliance (WECA), cuyos miembros incluyen fabricantes de la talla de Lucent, Cisco y Apple. Ken Dulaney, analista de Gartner Group, considera que con la existencia de dos estándares en competencia se está abonando el terreno para que se produzca en las comunicaciones inalámbricas locales una situación similar a la que padece el mercado móvil celular, donde es, por ejemplo, imposible que un usuario de teléfono celular migre de forma transparente de la red de un operador a la de otro.
Desde WECA se desarrolla equipamiento LAN que proporciona velocidades de 11 Mbps en la frecuencia de 2,4 GHz utilizando la técnica de secuencia directa, que difunde las señales a través de todos los canales de la banda, y tomando como punto de referencia el estándar 802.11B, por el que Dulaney aboga como medio de lograr la compatibilidad con el resto del mundo. En contra de la propuesta de HomeRF Working Group, los miembros de WECA argumentan que el salto de frecuencias podría provocar interferencias con el equipamiento basado en la secuencia directa.