El gasto mundial en RFID sobrepasará los 3.000 millones de dólares en cinco años según Gartner
En este tiempo, RFID convivirá con el extendido código de barras, al que no llegará a suplantar, sino que cada una de estas tecnologías se aplicará al proceso más adecuado. Por ejemplo, el código de barras es la mejor opción para recopilar datos en procesos altamente estructurados, tales como en almacenes, y continuará siendo así durante los próximos cinco a siete años, según Jeff Woods, vicepresidente de investigación de Gartner. Por otra parte, las etiquetas RFID se emplearán para compilar información de artículos móviles o en grandes procesos de negocio desestructurados y, en cierto modo, caóticos, como pueden ser superficies comerciales u hospitales, de manera que estos entornos sin controles y procesos sofisticados sean gestionados de forma sistemática.
En otras ocasiones, RFID se utilizará en áreas donde el proceso no esté controlado por una aplicación de negocio incumbente. Para integrar sus datos RFID, las empresas tendrán que desarrollar nuevas aplicaciones en vez de integrarlas con aquellas ya establecidas, y es ahí donde reside la oportunidad de innovación en los procesos, según el vicepresidente de investigación de Gartner.
Además, se crearán aplicaciones verticales según la industria en la que se implante, en vez de adoptar una solución generalizada. Este desarrollo hará que RFID prolifere en sectores como el de la distribución de bienes de consumo, el aeroespacial y de defensa, sanidad, logística, y la industria farmacéutica.
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