El estado de Nueva York investigará la compra de T-Mobile por AT&T
El fiscal general del Estado de Nueva York, Eric Schneideerman, ha abierto una investigación sobre la operación pactada entre AT&T y T-Mobile USA por valor de 39.000 millones de dólares, que no se espera esté finalizada hasta dentro de 12 meses. La compañía resultante contaría con una base de 130 millones de clientes, convirtiéndose en el primer operador móvil de Estados Unidos, por delante de Verizon Wireless, con 93 millones de clientes.
Según el comunicado publicado por la oficina de Schneideerman, la operación podría provocar la compra por parte de Verizon de Sprint Nextel, que cuenta con 58 millones de clientes, iniciando así un proceso de consolidación que podría dejar el mercado móvil estadounidense en manos de sólo dos operadores, que juntos controlarían casi el 80% de los abonados móviles de todo el país.
Para el fiscal general de Nueva York, los servicios móviles han dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad básica y la operación puesta en marcha por AT&T podría acabar con la opción de bajo cose que hasta ahora ha representado T-Mobile para los ciudadanos del estado. De hecho, asegura Schneiderman, los usuarios de áreas como Albany, Rochester, Buffalo y Syracuse ya disponen de opciones móviles limitadas.
La investigación abierta por el estado de Nueva York investigará si los beneficios anunciados que la fusión de AT&T y T-Mobile tendría para llevar LTE a 46,5 millones de usuarios más de los previstos sin la unión de ambas compañías son reales, incluidas las áreas rurales, y los sopesará con las potenciales desventajas.
A nivel federal, la compra de T-Mobile por AT&T tendrá que ser aprobada por la Federal Communications Commission (FCC), teniendo en cuenta su posible interés público, y por el Departamento de Justicia, que examinaría los efectos que la operación tendría sobre la competencia en el mercado móvil. A penas un día antes de producirse el comunicado de la fiscalía general de Nueva York, Sprint manifestó su intención de openerse al acuerdo puesto que supondría en la práctica dejar el mercado en manos de un duopolio.
