Destruido el satélite Astra K1 para evitar su caída a la Tierra
Esta mañana ha sido destruido el que hubiera sido el mayor satélite civil de telecomunicaciones del mundo, Astra K1, para evitar su caída a la Tierra, tras el fracaso de su puesta en órbita el mes pasado.
Astra K1, fruto de un proyecto europeo, no pudo alcanzar su órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de la Tierra después de haber sido impulsado de forma prematura por el cohete ruso Proton-K durante su lanzamiento, el pasado 26 de noviembre, desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).
Para evitar que pudiera caer a la Tierra, los responsables de su seguimiento decidieron que describiese una órbita circular a 290 kilómetros de altura y hundirlo en las aguas del sur del Pacífico.