(Análisis) Los tahúres zurdos del sector telefónico

Hubo un tiempo en el que el sector de telecomunicaciones en España era relativamente sencillo. Todos estaban en contra de Telefónica y ésta andaba a la greña con todos los demás. Ninguna de las partes lo ocultaba y jugaban su papel. Ahora todo es mucho más complejo. Para empezar, entre “los demás” también hay peleas. Y lo que es peor, nadie muestra visiblemente sus cartas. Como expertos tahúres que son, con la diestra manejan al rey de copas, que invita a la cooperación, y en la zurda tienen al rey de espadas, siempre en guardia.

Especialmente sintomático es la presencia de esta técnica de juego de fulleros empedernidos en el mercado de los móviles. Hace semanas, Vodafone puso el grito en el cielo ante la perspectiva –finalmente cumplida-, de que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el órgano regulador, impusiera precios extremadamente bajos para la interconexión de Xfera, al objeto de ayudar a esta operadora a su lanzamiento. Vodafone llegó a calificar las rebajas como “barbaridad”. Pero mientras hacía eso con una mano, con la izquierda hacía lo contrario. Vodafone ha resucitado el viejo acuerdo firmado con Xfera en 2001 para darle servicio de itinerancia. Hay quien piensa que este acuerdo no le compensa económicamente. Lo que ha guiado a esta compañía, con Francisco Román a la cabeza, a rescatar ese acuerdo no es tanto el interés financiero sino una estrategia comercial que tiene mucho de defensiva: cerrar la puerta de Xfera a Telefónica, que en los últimos tiempos, y con Belén Amatriain al frente, ha cambiado su tradicional esquema empresarial de rechazar de plano los operadores virtuales celulares. La operadora prepara ya acuerdos con El Corte Inglés e incluso ya.com.

Mucho más complejo es lo que pasa en Amena y Euskaltel, que después de años de alianza comercial, han roto la baraja. La operadora vasca y Amena –ahora ya en la órbita de Orange-, se pelean por determinar de quién son los clientes obtenidos mientras duró la entente. La CMT no lo tendrá fácil. Si da la razón a Euskaltel –algo previsible desde el punto de vista político, teniendo en cuenta que la entidad presidida por Reinaldo Rodríguez posiblemente no quiera enemistar al Gobierno de la nación con el Gobierno vasco-, se habrá creado, de facto, el primer operador móvil virtual a gran escala, con 450.000 abonados. Vodafone –cada vez más atormentado ante la perspectiva de una Telefónica Móviles que, dirigida por Amatriain, se afana en recuperar pulso comercial- será el encargado de dar red a Euskaltel, con lo que habrá conseguido su jugada maestra. En una mano el as de Xfera, y en la otra, el más seguro y rentable de la operadora vasca.

Falta saber de qué lado juega el regulador. Muchos empiezan a tener demasiadas sospechas de que la actual CMT ha desempolvado la vieja teoría de la regulación asimétrica. Aquella de los primeros años del proceso de liberalización, consistente en dictar normas con un desequilibrio artificial a favor de los operadores de nuevo cuño y en contra del antiguo monopolio, sobre el que, por otra parte, Reinaldo Rodríguez siempre tuvo aspiraciones presidencialistas. Las rebajas en interconexión a Xfera –dictadas según algunas fuentes directamente desde el Ministerio de Industria, por su enorme interés en ver nacer ese proyecto durante esta legislatura- rompen la tendencia de igualar los precios entre los tres operadores, y dejan en el olvido aquello de la neutralidad tecnológica –iguales normas para todos siempre que se tratara de una nueva tecnología-. Pero sobre todo perjudican al que más base instalada tiene de terminales: Telefónica, que por otra parte, también ha visto como la CMT le ha enviado otra andanada mortal en el terreno de la telefonía fija, al obligarle a desagregar aún más el bucle y permitir a los clientes de ADSL desvincularse totalmente de la empresa