Green ITC. Del ahorro de costes al compromiso medioambiental

Los datos relativos al consumo energético asociado a las TIC son apabullantes. Tanto como para justificar la implicación que se está produciendo entre las cuestiones meramente monetarias –como la reducción de costes– y la cada vez más militante preocupación medioambiental con el objetivo común de lograr un entorno TIC verde y sostenible.


CENTROS DE DATOS ‘SOSTENIBLES’
Si en 2007, según Gartner, el sector TIC fue el responsable del 2% de las emisiones de carbono, esa tasa crecerá a un ritmo anual del 6% hasta 2020. Dicho de otro modo, los 500 millones de toneladas de CO2 emitidos actualmente por las TIC serán 1.430 millones en 2020, de acuerdo con el informe Smart2020 realizado en 2008 por The Climate Group para la iniciativa de e-sostenibilidad global (GeSI), en la que participan entidades sectoriales de TIC y telecomunicaciones. 

La crudeza de estas cifras explican que en el sector TIC la tendencia conocida como Green IT (o Green ITC, por extensión) se haya convertido en uno de los principios clave que guían la innovación en los departamentos de investigación y desarrollo. No en vano, de acuerdo con el informe presentado por IDC ante la reciente cumbre de la ONU sobre el cambio climático celebrada en Copenhague, hasta 5,8 millones de toneladas de CO2 se podrían eliminar en los próximos 10 años sólo en los países del G-20 si se utilizaran las Green IT o TI sostenibles. 

Volviendo a Gartner, el valor de Green IT queda claro con sólo tener en cuenta las reducciones de costes que potencialmente supone para la empresa. Según la consultora, la aplicación de algunas de las mejores prácticas que engloba esta tendencia para minimizar el uso de plantas de refrigeración y ventilación, alimentadores de potencia y luz, entre otros elementos, podrían llegar a reducir a la mitad los costes de consumo energético asociados a la operación del centro de datos. 

Una empresa con una estrategia ‘verde’ agresiva pagaría 560.000 dólares anuales de electricidad por un centro de datos con una carga de 500 kilovatios, mientras que una organización con prácticas tradicionales debería desembolsar por los mismos recursos TI nada menos que 1.300 millones de dólares. La consultora concluye que en un centro de datos convencional, entre el 35 y el 50% de la energía eléctrica se consume en refrigeración, mientras que aplicando mejores prácticas de Green IT, este porcentaje se reduce al 15%.

Crece la concienciación. No es de extrañar, ante la implicación en costes de tales cifras, que las empresas empiecen a comprender e interiorizar los beneficios de adoptar un enfoque ‘verde’ en las TIC corporativas, según Diego Astrada, director de marketing y comunicación de APC by Schneider Electric Iberia. En su opinión, “las empresas son cada vez más conscientes de sus ventajas, y poco a poco van teniendo en cuenta la tecnología Green IT a la hora de tomar sus decisiones, aunque todavía queda un largo camino por recorrer”. Para Ruben Monjo, Country Manager de D-Link Spain & Portugal, “el debate se centra ahora sobre dónde hay que dirigir los esfuerzos para lograr el mayor impacto posible y, al mismo tiempo, abaratar costes. De acuerdo con el informe anual de la consultora nPower sobre actitudes ante la reducción de energía, la importancia concedida a este factor está en su nivel más alto desde 2005, con el 80% de las empresas dispuesto a incrementar este tipo de iniciativas. De hecho, ante la creciente escalada de los precios de la energía, cada vez más empresas están empezando a creer que su consumo energético es excesivo y que podría afectar excesivamente a su rentabilidad”. 

Rubén Monjo, de D-Link, destaca el papel que los fabricantes juegan en este esfuerzo, especialmente para las pymes. “Tras mucho tiempo enfocándose en iniciativas sencillas, como el apagado de máquinas al final de la producción o la educación de los directivos para combatir prácticas nocivas, actualmente se está tomando todo un compendio de otras mejoras energéticas y ambientales más eficientes e inteligentes que proceden en la mayoría de los casos de los fabricantes, como es nuestro caso con la tecnología D-Link Green. Mientras que el sector público y las mayores compañías han instalado medidas de energía adecuadas para controlar su uso y las emisiones de CO2 de los diferentes equipos, las pequeñas empresas tienden a ajustar a la normativa reguladora su consumo energético o se apoyan en los proveedores de TIC para comprender su impacto en el medio ambiente y los ahorros que pueden lograr”.

En cualquier caso, todavía nos encontramos en los primeros estadios de la tendencia, claramente marcados por la reducción de costes en todas sus vertientes. Gartner señala que las empresas se concentrarán en aquellos proyectos ‘verdes’ que generen un rápido recorte de costes, como los orientados a mejorar la eficiencia energética; sólo a más largo plazo, a medida que las regulaciones al respecto vayan endureciéndose, la sostenibilidad medioambiental adquirirá auténtica importancia como una cuestión clave de negocio.

Costes energéticos ‘preocupantes’. IDC justifica que el interés inicial hacia Green IT sea el ahorro económico por el rápido crecimiento de los costes energéticos. De acuerdo con la consultora, la energía requerida por los servidores y centros de datos creció un 13% entre 2006 y 2007, un ritmo que considera “preocupante”. Sólo el pasado año, en Europa Occidental, los servidores consumieron más de 16,3 TWh, lo que significa dos veces más la cantidad de electricidad necesaria cada año para encender las farolas y los semáforos de todo Reino Unido. En cuanto a los centros de datos, se superaron los 40 TWh, y se espera que el próximo año el nivel de consumo crezca por encima de los 42TWH. Además, para 2012, IDC estima que por cada euro que se invierta en nuevos servidores, más de 80 céntimos se destinarán a suministrar electricidad para la infraestructura existente.

”El consumo de energía en el centro de datos se ha convertido en una gran preocupación para las empresas”, afirma Carlos Clerencia, director de sector público y corporativo de Intel Corporation para España y Portugal. “Desde 2002, los costes de electricidad han aumentado un 5,5 % al año, y las organizaciones están ahora dedicando aproximadamente 0,50 dólares en energía y refrigeración por cada dólar gastado en hardware”. Según Miguel Ángel Ordóñez, director de servicios de instalaciones de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, “hace apenas dos años el aspecto energético no estaba presente en las negociaciones de venta. Sin embargo, hoy en día, tres de cada cuatro clientes requieren este tipo de información antes de decidirse por una u otra opción de compra. Adicionalmente, cada vez se presta más atención a la eficiencia energ&eacu

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